Al menos 43 personas murieron en la última semana a causa de tornados, tormentas e inundaciones en el sur y centro de Estados Unidos. De las víctimas mortales, 11 se registraron en Texas, donde numerosos tornados azotaron la región de Dallas, con vientos de hasta 320 km por hora.
Mientras los residentes del norte de Texas analizaban hoy la destrucción de los mortíferos tornados del fin de semana, el sistema de tormentas que desencadenó los meteoros trasladaba un tiempo invernal al centro-norte de Estados Unidos y agravaba las inundaciones, a las que ya se atribuían más de una decena de muertes y obligó a cancelar cientos de vuelos.
En tanto, las tormentas e inundaciones en Missouri e Illinois se sumaban a una serie de efectos del mal tiempo en todo el país.
Para el lunes se pronosticaron precipitaciones en el centro del país con nevadas intensas, heladas y vientos fuertes en 11 estados y lluvias intensas en zonas ya anegadas de Missouri y Arkansas.
Las tormentas obligaron a cancelar unos 900 vuelos, un tercio de ellos en el aeropuerto internacional Dallas-Fort Worth, y provocaron demoras de otro medio millar, según el servicio de rastreo FlightAware.
Mientras que los tornados y las lluvias estuvieron provocados por temperaturas anormalmente cálidas, un frente muy frío proveniente de Alaska trajo los estragos invernales a Nuevo México.
Durante el domingo se registraron carreteras heladas y graves nevadas en Texas y Kansas. También en el noreste, en la ciudad de Nueva York, donde en Navidad aún se podía ir en camiseta, las temperaturas cayeron el domingo.
Cuatro distritos en las cercanías de Dallas fueron declarados zona catastrófica. Equipos de rescate continúan buscando posibles supervivientes y víctimas de los tornados del sábado. Zonas residenciales enteras quedaron reducidas a escombros y la devastación se extiende durante kilómetros, según informaron la CNN y otros medios.
Fuente: BBC Mundo/Agencias