La ex candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, Sarah Palin, regresó al escenario político para endosar la campaña del multimillonario Donald Trump, aspirante a la nominación presidencial del Partido Republicano.
Durante un evento en Iowa –el estado donde el partido hará la primera consulta popular para elegir su nominado– Palin declaró que Trump haría Estados Unidos "grande otra vez". El empresario neoyorquino, que lidera en las encuestas, dijo sentirse "orgulloso" de su respaldo. Pero, ¿es un apoyo que le sumará o le restará?
Palin alcanzó gran popularidad cuando fue seleccionada como compañera de fórmula de John McCain, en 2008, antes de perder las elecciones frente a Barack Obama.
Y la mayoría de la culpa de la derrota recayó sobre la ultraconservadora Palin, por su desconocimiento de asuntos internacionales y política en general, evidenciado en numerosas metidas de pata durante entrevistas con los medios.
Sin embargo, no se puede negar que, a pesar de retirarse de la política activa para desarrollar una carrera mediática, Sarah Palin sigue teniendo una voz influyente en círculos fundamentalistas y conservadores.
Y eso puede darle mayor credibilidad en esos círculos a Trump, a quien muchos han criticado por haber exhibido posiciones "demasiado liberales" en el pasado.
— "Apoyo codiciado" —
El respaldo de Palin, que también fue gobernadora del estado de Alaska, es además el primero que recibe Donald Trump de parte de cualquier funcionario electo, activo o no.
Y el aspirante presidencial expresó orgullo, declarando en un comunicado que su apoyo "es uno de los más codiciados e influyentes entre republicanos".
Podrán no coincidir en ciertos conceptos fundamentales, como en el de la santidad de la familia, el matrimonio, el aborto, y el apoyo que en el pasado Trump ha dado a algunos políticos liberales, pero hablan el mismo idioma.
Pero, como Trump, Palin se expresa en un lenguaje simple, una retórica bombástica y populista, llena de burlas al actual gobierno que son fácilmente digeribles para el ciudadano raso.
Por su parte, Palin catalogó al precandidato como alguien que hará a "Estados Unidos grande otra vez" y que permitirá a "nuestros guerreros hacer su trabajo y patear el trasero de ISIS (Estado Islámico)".
— Influencia —
No está claro cuánto impulso le dará a Trump en la consulta en Iowa y si en realidad el candidato a la nominación lo necesita. A pesar de sus grandes metidas de pata, Palin sigue siendo adorada por los sectores más conservadores del Partido Republicano y todavía atrae al público y a la prensa.
Y ese tipo de sensación mediática podrá no contener mucho mensaje político, pero ayudará al precandidato republicano a seguir dominando los titulares durante un buen tiempo.
Pero además, si bien de muchas maneras Palin ya es una fuerza política agotada y de poca relevancia, también tiene un buen récord de apoyar con éxito a candidatos republicanos.
Palin ayudó las campañas de varios candidatos republicanos en 2010, año en el que el movimiento "Tea Party" se convirtió en una importante fuerza de la derecha conservadora en el Congreso y vehemente opositora de las medidas del gobierno de Barack Obama.
Y en 2012, su respaldo a Ted Cruz (otro aspirante a la nominación presidencial republicana) fue crucial para que obtuviera una sorpresiva victoria en las elecciones primarias al Senado en representación de Texas.
De hecho, para muchos, su decisión de apoyar a Trump representa un duro golpe para Ted Cruz. Y esto último es, tal vez, lo más significativo para la campaña de Donald Trump.
Aunque lo que puede ser útil en la contienda por la nominación del partido republicano, puede no serlo tanto en la batalla presidencial.