Omar González, el hombre que logró introducirse en la Casa Blanca el 19 de setiembre tras saltar la reja de seguridad, llegó más adentro de la residencia presidencial de lo que previamente había reconocido el Servicio Secreto, reveló hoy el diario "The Washington Post".
González, de 42 años y quien llevaba un cuchillo, entró por el pórtico norte de la Casa Blanca, atravesó el vestíbulo de entrada y no fue detenido hasta que había cruzado los 50 metros de la Sala Este de la residencia, que es habitualmente utilizada para recepciones y eventos.
Asimismo, el intruso, que actualmente se encuentra detenido, sobrepasó a un agente una vez cruzado el pórtico, de acuerdo con la investigación interna en marcha y a la que tuvo acceso en exclusiva el diario.
En un principio, el Servicio Secreto informó de que González había sido detenido apenas atravesó la puerta.
El periódico agregó que las alarmas de seguridad que deberían haber saltado cuando González entró a la residencia presidencial se encontraban silenciadas, ya que los funcionarios de la entrada encargados de su control consideraban que funcionaban mal y se encendían sin motivo.
El incidente, el primero en el que un asaltante logra ingresar en la Casa Blanca, ha provocado que la directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, iniciase una revisión "integral" del suceso.
Por ello, Pierson comparecerá mañana ante el Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes para explicar lo sucedido y las supuestas fallas en la seguridad presidencial.
En el momento del asalto de González, el presidente estadounidense, Barack Obama, no se encontraba en la Casa Blanca, ya que se había trasladado con su familia a la residencia de Camp David (Maryland) para un fin de semana de descanso.
Días después, Obama fue preguntado por lo ocurrido en un acto y aseguró que el Servicio Secreto hace "un gran trabajo", al tiempo que expresó "su agradecimiento por todos los sacrificios que hacen en mi nombre y en el de mi familia".
Omar González, Reuters