No fue una victoria sorpresiva pero sí anhelada por algunos dentro del Partido Republicano.
El triunfo de John Kasich este martes en las primarias de Ohio, estado del que es gobernador, le da oxígeno para seguir en la batalla electoral y tratar de arrebatarle a Donald Trump la nominación republicana de cara a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos.
Kasich, de 63 años, se anotó los 66 delegados en juego en Ohio, su única victoria hasta la fecha.
Y, sobre todo, en camino a cumplir su meta: quitarle tantos delegados como sea posible al magnate de cara a la convención republicana de julio en Cleveland, en la que se elegirá al candidato republicano.
Y el gobernador de Ohio es visto con buenos ojos por la facción más influyente y tradicional del Partido Republicano , que considera que es la única alternativa viable para plantar cara a Hillary Clinton en noviembre, especialmente después de la salida de Rubio.
— El "tipo agradable" —
Según los analistas, el establishment del Partido Republicano espera que Donald Trump no haya logrado antes de la convención de Cleveland a los 1.237 delegados necesarios para lograr automáticamente la nominación. Ello haría que el candidato a la Casa Blanca se decida en la propia convención.
A lo largo de su campaña, Kasich se ha presentado como "un tipo agradable", alejándose hábilmente de las controversias y estallidos de violencia que han caracterizado este ciclo electoral republicano.
"Nunca crearé una atmósfera tóxica donde la gente se presenta en actos políticos y pelea entre sí", dijo recientemente en Mansfield, Ohio, durante un acto, en clara referencia a incidentes ocurridos en actos protagonizados por Trump en las últimas semanas.
Una estrategia que podría rendir frutos en caso de los resultados obliguen a una "convención negociada".
—¿Quién es John Kasich? —
En 1976, con solo 26 años, Kasich se convirtió en el senador más joven de su estado, Ohio.
Sirvió en el Congreso de Estados Unidos entre 1983 y 2001, donde dirigió el Comité Presupuestario y se destacó por su afán de mantener una disciplina fiscal. Se convirtió en gobernador de Ohio en 2011.
Al anunciar sus aspiraciones presidenciales en 2015, Kasich aseguró que era el candidato más preparado.
"Tengo la experiencia y he estado a prueba, la prueba que moldea y prepara para el trabajo más importante en el mundo", aseguró.
Aunque es fiscalmente conservador, Kasich ha adoptado posiciones menos extremas en otros temas que sus rivales republicanos.
En 1994 votó a favor de una prohibición a las armas de asalto y aunque no apoya la ley de reforma sanitaria del presidente Barack Obama, sí respaldó la expansión del servicio de Medicaid en su estado para las personas de bajos recursos bajo esa legislación, una decisión que no ha sido vista con buenos ojos en su partido.
En otros temas, Kasich es un republicano ortodoxo: se opone al aborto y al uso de la marihuana con fines recreacionales.
— El camino a la nominación —
En las siguientes primarias republicanas se verá qué recorrido tiene la candidatura de Kasich.
Aunque el gobernador de Ohio gane las próximas contiendas, resulta matemáticamente imposible que obtenga por esa vía los delegados necesarios para convertirse en el candidato de su partido. Y está apostando a que Trump tampoco lo logre.
En ese caso, la apuesta de Kasich es que se produzca en julio en Cleveland lo que se conoce una "convención negociada" , que implica un arduo proceso de negociación política entre los delegados presentes que puede tener un resultado imprevisible.
Y teniendo en cuenta la fuerte oposición a Trump dentro del Partido Republicano, no se puede descartar completamente que la convención termine favoreciendo al gobernador de Ohio.