Jorge Ramos, el periodista más influyente de Estados Unidos
Jorge Ramos, el periodista más influyente de Estados Unidos

Nueva York. La confrontación en cámara de Donald Trump con el periodista de Univision en torno al plan de inmigración del candidato presidencial republicano debería sorprender sólo a quienes no conocen a Jorge Ramos.

Para muchos Ramos es el periodista más influyente de Estados Unidos. Inlcuso la revista Time lo puso en su lista de 100 personalidades más influyentes del planeta, al lado de la canciller alemana Angela Merkel, el presidente estadounidense Brarack Obama y el ruso Vladimir Putin.

De acuerdo con un perfil de Ramos publicado por el diario español "El País", la periodista de CNN Christiane Amanpour ha señalado que “si alguien puede girar la llave en estas elecciones”, ese es Jorge Ramos, y además “debe hacerlo”.

"Hace todas las preguntas como si fueran la última”, escribió sobre él Christiane Amanpour. “Está decidido a conseguir la respuesta. Sabe que tiene voz y no le da miedo usarla”. 

El periodista de 57 años es conocido por sus preguntas agudas a políticos y por no esconder sus opiniones. Días antes de que un guardia de seguridad lo obligara a salir de la conferencia de prensa de Trump en Iowa — a la que luego se le permitió entrar y hacer sus preguntas — había criticado a Trump en CNN y dijo que "esto es personal".

Ramos es ampliamente considerado como el periodista más influyente de la televisión entre los hispanos que viven en Estados Unidos. Él y María Elena Salinas presentan el noticiero nocturno de Univision, la cadena en español de mayor teleaudiencia en el país. También tiene un programa dominical de política en la misma cadena y una revista noticiosa semanal en Fusion, un canal en inglés dirigida a latinos. 

Ramos denunció el plan de inmigración de Trump como uno lleno de "promesas vacías. Lo que él trata de venderle al público estadounidense simplemente no funciona. Es imposible", dijo a CNN.

Univision dijo que Ramos había pedido previamente una entrevista con Trump, que el candidato rechazó antes de distribuir el teléfono celular de Ramos en las redes sociales. Así que el periodista con sede en Miami viajó hasta Iowa para la conferencia de prensa.

Para muchos estadounidenses educados bajo la tradición de un periodismo objetivo, la idea de que un reportero llegue con un punto de vista tan claro es inusual y puede molestar a algunos.

"No hay duda de que él es importante y de que tiene mucha influencia, pero creo que la gente ahora ha reconocido en cierto modo que es más un defensor que un periodista", dijo Sean Spicer, director de comunicaciones del Comité Nacional Republicano.

Afuera de la conferencia de prensa, antes de que se le permitiera volver a entrar, Ramos fue abordado por un hombre que llevaba una insignia de Trump que le dijo que era "muy grosero", según un video difundido por Univision.

"¡Vete de mi país!", le dijo el hombre. "¡Sal!".

"Yo también soy un ciudadano estadounidense", Ramos le recordó tranquilamente.

Existen diferentes estándares sobre objetividad periodística fuera de Estados Unidos, particularmente en América Latina, dijo Mark Feldstein, un veterano periodista de TV y ahora profesor de periodismo en la Universidad de Maryland. Aunque hoy también se ve más activismo en el periodismo estadounidense, "es imposible imaginar a cualquier presentador de noticias estadounidense haciéndole eso a Donald Trump o a cualquier otro candidato serio", dijo.

La mayoría de los periodistas de habla hispana entienden que Ramos se dirigió dentro de la tradición defensora que no niega su papel de reportero, dijo Sallie Hughes, una profesora de periodismo en el programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Miami.

Ramos también se toma en serio su papel como la voz de los hispanos que no suelen tener la oportunidad de dirigirse a los líderes de la nación. Durante la campaña presidencial del 2012, escribió cartas abiertas a los partidos Demócrata y Republicano delineando claramente dónde estaban parados con la comunidad latina.

También tuvo un intercambio irritable con el presidente Barack Obama, a quien en un momento pareció enfurecer al decirle que algunos latinos se referían a él como el "deportador en jefe".

Según lo recordó "El País", su influencia le ha convertido en “el Walter Cronkite de los hispanos”, como reconoció el diario "The New York Times" a comienzos de este año. Cronkite fue el presentador cuyo rechazo a la guerra de Vietnam en antena llevó al presidente Lyndon B. Johnson a decir “si hemos perdido a Cronkite, hemos perdido la guerra”.

Con información de AP

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