Una mujer de 76 años fue arrestada por matar a su esposo en su casa de Pensilvania 35 años después de la muerte del hombre.
Lo que la incriminó -según informan las autoridades a medios estadounidenses- fue el análisis de ADN de una mancha de sangre en un viejo pijama, que permitió a los investigadores vincularla con el caso que hasta ahora seguía sin resolverse.
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Cuando su esposo fue encontrado muerto en agosto de 1987 por una herida de bala en la nuca, Judith Ann Jarvis afirmó que la sangre en la manga derecha de su pijama había sido causada por una mordedura y que su esposo se había suicidado.
Sin embargo, nueva evidencia de ADN reveló que Judith disparó y mató a Carl R. Jarvis, que entonces tenía 42 años.
“Fue arrestada en el condado de Lancaster por el asesinato”, dijo el teniente de la policía estatal de Pensilvania, Daryl Vankirk, en una conferencia de prensa. Desde 1987, la policía ha trabajado diligentemente para resolver el caso.
Según los registros judiciales, la mujer de 76 años llamó al 911 alrededor de la medianoche del 10 de agosto de 1987 para informar sobre una disputa doméstica entre ella y su esposo en su casa de Cherry Valley Road.
Cuando los oficiales llegaron a la escena, encontraron a la mujer afuera de la casa y a su esposo desnudo en el piso de un dormitorio con una herida de bala en la nuca.
El pijama y la toalla de Judith se pusieron como evidencia, pero no se realizaron arrestos. Sin embargo, en 2020, los investigadores enviaron el pijama a un laboratorio criminal junto con una muestra del cabello del hombre.
“Esta nueva tecnología nos ha permitido encontrar al culpable”, dijo la fiscal de distrito del condado de Perry, Lauren Eichelberger. “Esto me da confianza de que continuaremos encontrando respuestas en casos como este”.