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El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, podría reunirse la semana próxima con un representante del régimen de Corea del Norte para tratar de concretar una nueva cumbre, informó hoy la agencia Yonhap citando una fuente cercana al asunto.
Pompeo ya dijo en una entrevista concedida a la radio estadounidense Voice of America el pasado 19 de octubre que esperaba poder celebrar una reunión con un oficial norcoreano "dentro de una semana y media más o menos".
"En el momento en que el secretario Pompeo hizo ese comentario (el 19 de octubre), se estaba planeando (el encuentro) para final de octubre, pero entiendo que se retrasó unos pocos días debido a circunstancias que atañen a Estados Unidos", contó a Yonhap la mencionada fuente, perteneciente al cuerpo diplomático surcoreano.
"El lugar probablemente sea la Costa Este de los Estados Unidos", añadió, apuntando a la posibilidad de que el encuentro se produzca o en Washington o en Nueva York.
La fuente también señaló que el interlocutor de Pompeo probablemente sea Kim Yong-chol, responsable de la inteligencia de Corea del Norte y figura clave en el deshielo por el que ha apostado este año el régimen de Piongyang.
Kim ya se reunió con Pompeo en Nueva York en mayo para concretar los detalles de la primera cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, en Singapur, antes de viajar a Washington y verse con el propio Trump, al que entregó una carta firmada por Kim.
El objeto de la nueva reunión entre Pompeo y Kim Yong-chol sería concretar una segunda cumbre entre los líderes de ambos países para avanzar en el atascado diálogo para la desnuclearización de Piongyang acordado en Singapur.
Trump ya dijo que su intención era reunirse con Kim Jong-un tras las elecciones legislativas estadounidenses del 6 de noviembre y que se estaban estudiando tres o cuatro posibles localizaciones para esta segunda cumbre.
Por su parte, el Consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, ha apuntado a que la cumbre podría celebrarse a principios de 2019.
La implementación de lo estipulado en Singapur se ha estancado debido a que Washington exige más medidas concretas a Piongyang para verificar su compromiso y a que el régimen pide a su vez la firma de un tratado de paz y el levantamiento de sanciones para garantizar su supervivencia.
Fuente: EFE
