Washington. Darren Wilson, el policía blanco que mató al joven negro Michael Brown este agosto en Ferguson (EE.UU.), seguirá libre y sin cargos después de que un gran jurado concluyera hoy que no hay pruebas suficientes para imputarlo, anunció el fiscal del condado de San Luis Robert McCulloch.
El área de Ferguson, en San Luis (Missouri), está bajo máxima alerta, con el FBI y la Guardia Nacional preparados para intervenir si las protestas convocadas para esta noche derivan en fuertes disturbios como los que vivió esta pequeña localidad tras la muerte de Brown el 9 de agosto.
Un jurado investigador integrado por nueve personas blancas y tres negras se reunió semanalmente desde el 20 de agosto para sopesar la evidencia.
Se habrían requerido al menos nueve votos para acusar formalmente a Wilson. El panel se reunió en secreto, una práctica estándar para este tipo de procedimientos.
El Departamento de Justicia efectúa una investigación por separado de posibles violaciones a los derechos civiles que podrían resultar en que se apliquen cargos federales. Dicho departamento también puso en marcha una investigación amplia en torno al Departamento de Policía de Ferguson en busca de patrones de discriminación.
"El deber de un un gran jurado es separar los hechos de la ficción", declaró a la prensa el fiscal. Los jueces "han determinado que no hay razón suficiente para presentar cargos contra el policía Wilson".
Michael Brown, de 18 años, murió el 9 de agosto al recibir seis balazos de Wilson, de 28, cuando estaba desarmado y en pleno día en una calle de Ferguson. Su polémica muerte reavivó las tensiones raciales y provocó manifestaciones que muchas veces culminaron en disturbios.