Austin, EFE
El estado de Texas, en Estados Unidos, ejecutó hoy a Lisa Coleman, quien fue condenada por dejar morir de hambre al hijo de su novia en 2004, cuando el pequeño tenía tan solo 9 años, informó una fuente oficial.
A Coleman, una afroamericana de 38 años, la declararon muerta tras ser ejecutada con una inyección letal en Huntsville (Texas), según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
Sus últimas palabras fueron: "Sólo quiero decirle a mi familia que los amo, a mi hijo, lo amo. A las muchachas en el corredor de la muerte, que las amo y que mantengan en alto sus cabezas. Dios los bendiga a todos ustedes. Estoy bien, díganles que morí fuerte".
Coleman es la decimoquinta mujer ejecutada desde que se reinstauró la pena de muerte en Estados Unidos, en 1976, y la sexta en Texas, el estado que más ejecuciones acumula.
El caso de Coleman se remonta a julio de 2004, cuando las autoridades encontraron a un niño de 9 años muerto por desnutrición en el hogar que la condenada compartía con su novia, Marcela Williams.
El menor, Davantoe, era hijo de Williams y en el momento de su muerte pesaba cerca de 15 kilos y presentaba unas 250 cicatrices en su cuerpo.
Coleman fue condenada a muerte en 2006 por asesinato y por secuestro, al argumentar la sentencia que no permitía al pequeño salir del hogar, mientras que Williams se declaró culpable y recibió una pena de cadena perpetua.
El abogado de Coleman solicitó a la Corte de Apelaciones y a la Corte Suprema de Justicia la anulación de la condena a muerte al considerar que su clienta no era culpable de secuestro, pero ambos tribunales la rechazaron.