Nebraska abolió definitivamente la pena de muerte este miércoles en una votación legislativa que revirtió un veto del gobernador republicano, con lo que el estado se convirtió en el número 19 de Estados Unidos que reemplaza la ejecución por la cadena perpetua.
La cámara única de Nebraska decidió la derogación por 30 votos a favor y 19 en contra, lo que permitió sobrepasar el veto del gobernador Peter Ricketts.
Esto confirma los dos votos anteriores, que tuvieron lugar el 17 de abril y el 20 de mayo, en los que se decidió la adopción de una ley que abolía la pena de muerte con efecto retroactivo y la reemplaza por la reclusión criminal perpetua.
Este estado republicano no ha ejecutado a ningún condenado desde 1997. Sus diez prisioneros en el corredor de la muerte verán conmutadas sus condenas a prisión de por vida.
En los hechos, son 29 estados -de los 50 que tiene el país- los que ya no usan la ejecución, ya sea por ley, por una moratoria o por escasez de productos para la inyección letal. En el 2014, 80% de las ejecuciones en Estados Unidos se concentraron en tres estados: Texas, Missouri y Florida.
De hecho, el debate en Nebraska constató la división creciente que existe en las filas republicanas respecto a la pena de muerte, ya que ha sido la nueva generación de legisladores conservadores la que permitió alcanzar ese consenso.
"La oposición a la pena de muerte crece en todos los sectores de la sociedad estadounidense, pero sobre todo -como lo refleja la decisión en Nebraska- en aquellos que se consideran conservadores", puntualizó el director del observatorio Death Penalty Information Center, Robert Dunham.
Según los más recientes sondeos, el apoyo a la pena de muerte entre los estadounidenses se sitúa en el 56%, su nivel más bajo desde hace 40 años y lejos del 80% que cosechaba hace dos décadas.
La abolición en Nebraska supone un auténtico revés para sus partidarios, ya que se trata de un estado insignia del conservadurismo, tradicional aliado de la pena capital.
"Nebraska se ha convertido en el primer estado republicano en abolir la pena de muerte en más de 40 años", puntualizó Dunham.
En lo que va del año, han sido ejecutados 14 presos en EE.UU., seis menos que en el mismo periodo del 2014.