Milagros Asto Sánchez

Piense en una forma de exterminar roedores y con seguridad ya se ha intentado en Nueva York. Veneno, trampas, hielo seco, perros cazadores, dispositivos de ahogamiento. Los esfuerzos han sido titánicos, pero las ratas siguen ahí. Se desplazan tranquilas, casi desafiantes, con la confianza que da haber sobrevivido por cientos de años a innumerables intentos de exterminio. Según “The New York Times”, autoridades y vecinos llevan más de 350 años intentando acabar con la plaga más reconocible de la ciudad.