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En los cuentos de hadas, los cisnes son admirados por su belleza; sin embargo, en Nueva York no ocurre lo mismo ya que el gobierno del estado norteamericano le ha declarado la guerra a estas aves tras calificarlas de violenta amenaza.
Una propuesta del departamento de conservación medioambiental del estado de Nueva York plantea matar o reubicar a los 2.200 cisnes salvajes el estado ya que "atacan a las personas, destruyen la vegetación, suponen una amenaza para los aviones y contaminan las aguas porque sus heces contienen E. coli".
"Los métodos de control letal incluyen disparar a los cisnes que vagan libres, la captura de los animales vivos con eutanasia de acuerdo con las pautas establecidas para animales salvajes", afirma la propuesta.
La propuesta implica destruir los nidos serán igualmente o esterilizar a los animales para evitar que nazcan crías.
Si bien los defensores del medio ambiente están de acuerdo con la propuesta no pasa lo mismo con los de los animales. El fundador de la organización de Watch NYC, David Karopkin, señaló a la agencia AFP que rechaza la idea de que 2.200 cisnes sean una amenaza para un estado con 18 millones de personas. "Todavía tengo que encontrar a alguien que haya sido seriamente herido por un cisne", afirmó.
"Es simplemente escandaloso tratar de exterminar una especie completa que ha vivido en el estado por más de 150, casi 200 años", afirma.
