Washington. El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció hoy una serie de medidas para garantizar que no hay una "cultura militarizada" en los cuerpos de policía del país, y reconoció que la desconfianza hacia los agentes es "un problema nacional", y no limitado a la comunidad de Ferguson (Missouri).
Después de mantener la última de tres reuniones en la Casa Blanca centradas en las tensiones en Ferguson y las relaciones entre policías y comunidades en todo el país, Obama anunció una serie de medidas para afrontar el problema a nivel nacional.
"Firmaré una orden ejecutiva que especifique cómo vamos a asegurarnos (...) de que no estamos construyendo una cultura militarizada dentro de nuestras agencias de seguridad locales", dijo Obama a los periodistas.
Durante las protestas que vivió Ferguson tras la muerte del joven afroamericano Michael Brown el pasado agosto, la policía local fue acusada de actuar de manera desproporcionada y recurrir a sus equipos militares, adquiridos a través de un programa del Pentágono que los transfiere a agencias estatales y locales de todo el país.
La Casa Blanca culminó hoy una revisión de las agencias involucradas en ese programa, denominado 1033, y determinó que hay una "falta de consistencia" en cómo se administra, por lo que Obama señaló que es necesario aumentar la "transparencia" y la "rendición de cuentas" en su ejecución.
En ese sentido, la orden ejecutiva que prepara Obama busca aumentar la supervisión del programa, pero no bloquear la transferencia del equipamiento militar, muy cuestionado por activistas.
Según dijo a periodistas un alto funcionario de la Casa Blanca, Obama no tiene autoridad para detener la transferencia de los equipos militares, porque está ordenada por el Congreso.
Obama anunció hoy además que pedirá al Congreso invertir 263 millones de dólares a lo largo de tres años para varias medidas relacionadas con las policías locales, incluidos 75 millones para conseguir que unos 50.000 agentes más lleven cámaras incorporadas a su uniforme o su cuerpo para grabar sus interacciones con civiles.
El uso de cámaras por los policías es uno de los reclamos que más fuerza ha cobrado entre los activistas tras el caso de Ferguson, en el que los testimonios contradictorios sobre las circunstancias de la muerte de Brown condujeron la semana pasada a la decisión de un gran jurado de no imputar al agente que lo disparó, Darren Wilson.
Obama afirmó que el secretario de Justicia de EEUU, Eric Holder, viajará por todo el país, y que la Casa Blanca creará un grupo de trabajo sobre la policía local, que deberá entregar recomendaciones al mandatario en los próximos 90 días.
"Éste no es simplemente un problema de Ferguson, Missouri. Este es un problema que es nacional. Es un problema que puede resolverse, pero desafortunadamente aparece después de cada (crisis) y después vuelve al ocultarse hasta que algo más ocurre", indicó Obama.
El mandatario aseguró que él está "profundamente implicado en asegurarse" de que mejora la confianza de los ciudadanos en la policía, porque "escuchar que hay jóvenes que han hecho todo bien y que se sienten marginados" es algo que "viola" su fe en EEUU.
"En los dos años que me quedan como presidente, voy a asegurarme de que cumplimos. No de que resolvemos cada problema, no de que rompemos todas las barreras de desconfianza que pueden existir, pero sí de que mejoramos las cosas", aseveró.
Fuente: EFE