Washington (DPA)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cortejó hoy el voto latino de cara a las elecciones de noviembre y prometió a una decepcionada comunidad hispana que antes de final de año actuará por decreto en materia migratoria para sacar de las sombras a los indocumentados.
Obama fue el invitado de honor de la gala del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI), un mes antes de las elecciones legislativas del 4 de noviembre, en las que se renueva un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes.
El presidente es consciente de que la comunidad latina está decepcionada con Washington y con él después de tantas promesas incumplidas.
"Sé que hay una frustración profunda en muchas comunidades por todo el país en estos momentos. Yo comprendo esta frustración porque la comparto", aseguró Obama.
La decepción de la comunidad latina es comprensible. Después de años de promesas, el Congreso no aprobó la reforma migratoria, tras la negativa de los republicanos a someter la propuesta a votación en la Cámara de Representantes. Obama prometió entonces que actuaría después del verano (boreal) por decreto en esta materia y más tarde aplazó la decisión hasta fines de año.
"No voy a cejar esta lucha hasta que lo logremos", dijo el presidente ante un auditorio hispano menos entregado que en años anteriores. Obama prometió que, después de la reforma sanitaria, la próxima reforma grande que va a hacer es "arreglar nuestro sistema migratorio roto".
"No es una cuestión de si (actuaré), sino de cuándo", añadió Obama, quien durante su discurso fue interrumpido por Blanca Hernández, una joven mexicana de 31 años que pidió al mandatario que frene las deportaciones y que fue sacada de la sala por el Servicio Secreto.
"Le grité alto a las deportaciones y que ya estoy harta de seguir oyendo tantas promesas sin que pase nada", explicó a la salida de la gala Hernández, que trabaja de asistente en un bufete de abogados de inmigración.
Esta joven entregó un documento a los Servicios Secretos, que confía que hagan llegar al presidente, pidiéndole que frene las deportaciones de dos indocumentados que conoce y cuyas mujeres estaban manifestándose afuera.
Obama acusó a los republicanos de hacer politiquería con la reforma migratoria y prometió que hará campaña para las eleccions de noviembre a favor de la reforma migratoria porque es "buena para la economía y para todo el mundo".
Pidió a los latinos que voten en la próximas elecciones, con la misma fuerza con la que votaron por él en 2012. "Sí se puede, si votamos", dijo en español. "Hace seis años les pedí que creyeran. Esta noche les pido que sigan creyendo, no sólo en mi habilidad en lograr cambio, sino en su habilidad en lograr un cambio", pidió Obama.
A las afueras del centro de convenciones donde tenía lugar la ceremonia, decenas de manifestantes se mostraron decepcionados con la decisión del presidente de no actuar hasta final de año.
"El asunto es que cuando mientes la primera y la segunda vez, ya cuesta creerte la tercera vez. Eso es lo que está pasando con nuestra comunidad con la promesa que hizo Obama", explicó Lindolfo Carballo, coordinador de la organización pro reforma migratoria CASA de Virginia.
"Hasta que no cumpla, no le vamos a creer", dijo Carballo, quien advirtió que los hispanos podrían castigar al partido demócrata en las elecciones de noviembre por las promesas incumplidas.
"Obama sé hombre. Cumple tu palabra", rezaba la pancarta que llevaba Gelin Alfaro, una mexicana de 15 años indocumentada a la espera de legalizar su estatus migratorio y cuyos padres son inmigrantes ilegales.
"El mensaje que queremos darle al presidente Obama es que hay muchas familias que están siendo deportadas todos las días, muchas familias que están sufriendo por la separación y por las deportaciones y él no está haciendo nada para ayudarnos", se lamentó Alfaro.
Esta joven inmigrante considera que entre la comunidad hispana hay la sensación de que Obama está "usando" a los hispanos. "Solo nos usa cuando nos necesita pero al final nos vota, nos ignora y no nos quiere ayudar", dijo esta joven mexicana que vive en Estados Unidos desde hace 12 años.
Salvador Sarmiento, de la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras, se mostró sorprendido de que Obama fuera el invitado de honor de la gala de los congresistas hispanos, siendo el responsable de dos millones de deportaciones desde que llegó a la presidencia.
"Es inaceptable que los congresistas latinos, que nosotros esperamos sean nuestros representantes, estén siguiéndole el paso a un presidente que tiene el record de deportaciones en la historia de Estados Unidos", añadió Sarmiento, quien consideró que Obama "nunca ha gastado ni un centavo de su capital político en la gente latina, en los inmigrantes".