La hispana Jodi Arias (34 años) fue sentenciada el lunes a cadena perpetua por el asesinato en 2008 de su novio, Travis Alexander, con lo que se pone fin al segundo juicio de este mediático caso que fue retransmitido en directo a nivel nacional en Estados Unidos.
La decisión del juez Sherry Stephens era en buena medida una formalidad ya que el mes pasado el jurado no pudo llegar a un acuerdo en torno a si Arias debía ser condenada a muerte o cadena perpetua. Una falla en el juicio evitó que se le pudiera aplicar la pena capital.
El juez tenía como única opción permitir que Arias, de 34 años, quedara en libertad tras 25 años de cárcel pero se negó a hacerlo, por lo que la condenada tendrá que pasar el resto de su vida en la cárcel.
Arias mató en el 2008 a su novio, Travis Alexander, con quien había roto para luego retomar la relación, como una represalia por su deseo de acabar con esa relación, dijeron los fiscales. Arias le disparó a Alexander, lo degolló y le asestó cerca de 30 puñaladas en su casa en los suburbios de Phoenix antes de huir por carretera a Utah para reunirse con otro hombre con quien tenía un romance. Semanas más tarde fue detenida y negó cualquier relación con el caso.
El asunto generó atención internacional luego de que la mujer diera dos entrevistas en las que contó una extraña historia según la cual enmascarados entraron a su casa y mataron a Alexander mientras ella se escondía. Posteriormente cambió la historia y dijo que actuó en defensa propia luego de que el hombre la atacara en el día de su muerte.
Su juicio se convirtió en una sensación mediática al conocerse detalles de su sórdida relación que eran transmitidos en vivo. El interés por el caso aumentó cuando Arias dio una entrevista en la cárcel cuando se le declaró culpable de homicidio y dijo que prefería la pena de muerte a una condena de cárcel de por vida.
El jurado original no llegó a un acuerdo sobre la sentencia por lo que el año pasado comenzó una nueva fase del juicio. Tras meses de declaraciones y el esfuerzo de los abogados para mostrar a Arias como una mujer que sufrió abusos físicos y mentales, el segundo jurado tampoco pudo alcanzar una decisión ya que uno de los 12 no estuvo de acuerdo en condenarla a muerte. Los 11 que votaron a favor de la pena capital dijeron que el disidente tenía simpatías hacia Arias.
La mujer comenzó a purgar la pena en una celda de cuatro metros por 2 metros en la unidad de seguridad máxima de la prisión para mujeres de Perryville, que se encuentra a unos 48 kilómetros al sur de Phoenix. Si autoridades juzgan que ha tenido una buena conducta podría ser trasladada a otra unidad de menor seguridad.
Foto: AP
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TRABAJO COMUNITARIO
Hace dos años, la mujer pidió al jurado que le perdonara la vida asegurando que serviría a la comunidad si era sentenciada a cadena perpetua.
Arias prometió promover iniciativas ecológicas como reciclaje, iniciar un club de lectura y donar su cabello a organizaciones caritativas para pacientes en quimioterapia.
"Seguiré donándolo (el cabello) durante el resto de mi vida", afirmó.
"Antes de ese día (el asesinato) no le hubiera hecho daño ni a una araña. Todavía me cuesta creer que fui capaz de tanta violencia. Pero ahora sé que lo fui y lo lamentaré el resto de la vida", dijo entonces, luchando por contener las lágrimas.
La familia de la víctima dijo estar "asqueada" de la forma en que Arias "manchó" el nombre de Alexander, a quien la defensa puso como un hombre manipulador que abusaba de ella e inclusive insinuó que le gustaba ver pornografía infantil.
Por parte de la defensa, solo Sandra Arias, madre de la condenada, pidió clemencia para su hija, a quien dijo considerar una "víctima".
Fuente: AFP / EFE