“Seattle se ha quedado sin carne para hamburguesas. Y es más, nunca más la tendrá”, decía un pequeño anunció publicado en la edición matutina del 2 de mayo del 1918 del ya extinto diario “Coos Bay Times”, un diario repartido entre 1906 y 1957 en Marshfield, Oregon, Estados Unidos.
“Pero habrá mucho ‘Liberty steak’”, remataba la caja informativa.
MIRA: Turismo de vacunas: direcciones, sitios web de utilidad y consejos para antes, durante y después de recibir las dosis en EE.UU.
Para entrar en contexto, la Primera Guerra Mundial había empezado en 1914 pero fue recién en 1917 cuando Estados Unidos decidió abandonar su postura neutral para declararle la guerra a Alemania, motivado ello por un telegrama interceptado en el que el país germano aletaba a México a entrar en guerra con su vecino del norte, como bien reseña este artículo de la BBC.
- Por qué Estados Unidos decidió investigar el origen de la pandemia de COVID-19
- California sortea 116,5 millones de dólares para incentivar las vacunaciones contra el coronavirus
- Persiste el racismo en las fuerzas armadas de EE.UU.
Hoy 28 de mayo, en el Día Internacional de la Hamburguesa, una fecha popularizada aunque de origen incierto, repasaremos cómo este famoso platillo terminó involucrado en el conflicto.
El telegrama interceptado, sumado a la presión al interior de Estados Unidos por sumarse al conflicto, no solo provocó que el entonces presidente Woodrow Wilson le declarara la guerra a Alemania sino que además despertó en gran parte de su población -principalmente ciudadanos blancos, residentes en el centro y norte del país, con mayor acceso a la educación y empresarios- un fuerte sentimiento antialemán.
Pasó poco tiempo para que este sentimiento se reflejara en la vida cotidiana estadounidense. No solo existen registros de la época que dan cuenta de ciudadanos con ascendencia alemana que decidían cambiarse el apellido por uno más patriótico, sino que la política inevitablemente terminó llegando a la mesa.
Si bien primero los romanos y luego las tribus mongoles y turcas ya consumían la carne de ganado picada y sazonada en lo que se podría considerar una versión rudimentaria del platillo que hoy todos conocemos, esta se perfeccionó posteriormente en el puerto de Hamburgo, Alemania, agregándole otros ingredientes sobre la carne y al menos una de las características capas de pan (hoy en día podría probarse una versión muy similar llamada rundstück warm). Precisamente los migrantes alemanes que llegaron a Estados Unidos fueron quienes llevaron este platillo a suelo norteamericano.
Entonces la denominación cayó casi por defecto: si esto lo trajeron los migrantes que llegaban desde Hamburgo, no habrá otra que llamarla hamburguesa, habrán pensado por entonces. El actual sánguche más famoso del mundo no tardó en popularizarse en Estados Unidos desde fines del siglo XIX.
Volviendo a la Gran Guerra, con el paso de los meses y el envío de tropas estadounidenses el sentimiento contra los alemanes seguía incrementándose. Entonces, como mencionamos líneas atrás, se decidió que desde los apellidos hasta la mesa todo debía ser más patriótico.
No existe un registro fidedigno de cuál fue el primer lugar en el que se planteó la idea, pero ediciones de diarios de abril, mayo (como el citado al inicio del artículo) y junio de 1918 dan cuenta sobre la decisión de restaurantes y gremios gastronómicos en diferentes estados que habían comenzado a reemplazar el germanófono nombre por el de Liberty Steak o Filete de la Libertad.
“¿No cree que el viejo y confiable filete de hamburguesa está en desventaja con ese nombre tan indeseado en estos tiempos? Es muy tradicional, y merece mucho más, además de su bajo precio comparativo, ayudará a ganar la guerra. En su lugar, llamémosla Liberty. El nombre sonará mejor”, se lee en la edición del 15 de abril de 1918 del diario “The Seattle Star”.
En la página 7 del “The Detroit Free Press” publicado el 10 de junio de 1918, por su parte, se puede leer una pequeña nota que se titula “¿Hamburguesa? ¡No, nunca! Liberty steak ahora”.
“Los Liberty steaks han sustituido a las hamburguesas en los restaurantes de aquí. Los dueños se oponen al origen alemán del nombre antiguo y sugirieron el nuevo por ser más patriótico. Los propietarios ya lo han adoptado”, señala el párrafo.
Una vez finalizada la guerra, y con el paso de los años, se restituyó el nombre de hamburguesa, en gran parte por interés comercial. Siendo sinceros, era más común que un comensal llegara a pedir una hamburguesa que un patriótico y glorioso Filete de la Libertad con mucho kétchup.
MÁS PLATOS BÉLICOS
Aunque curioso, el caso de la hambuguesa no fue el único que se vio modificado a raíz de un conflicto armado. También durante la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, se modificó el nombre de sauerkraut - chucrut, en español- por el de Col Libertaria (Liberty cabbage, en inglés).
Otro caso peculiar -aunque esta vez nos alejamos de la mesa- fue que a los queridos perros salchichas, que reciben el nombre de Dachshund (vocablo de origen germano), se los rebautizó como Liberty Pup o Cachorros de la Libertad.
Y si considera que esto solo se limitó a conflictos de principios del siglo pasado se equivoca. En pleno siglo XXI, puntualmente durante la invasión de Estados Unidos a Irak, algo insólito se registró al interior del Congreso estadounidense.
Era el año 2003 y Francia, aliado de EE.UU., se opuso firmemente a la incursión militar en el país planteando que se realizara una salida negociada de la crisis. Esto provocó que un grupo del Partido Republicano mostrara su rechazo contra los galos y, una vez más, las consecuencias llegaron hasta la mesa.
El 12 de marzo de ese año diversos medios, entre ellos CNN, cubrieron una conferencia de prensa brindada por los legisladores republicanos Bob Ney y Walter Jones que concluyó con una placa colgada en la puerta de una de las cafeterías del Capitolio.
“Actualización. Ahora servimos, en todos los edificios del Capitolio, Papas de la Libertad”, decía el anuncio. Cabe resaltar que en inglés las papas fritas reciben el nombre de ‘french fries’.
La pintoresca medida no solo apuntó a las papas, sino también a las tostadas (french toasts, en inglés) que pasaron a llamarse Tostadas de la Libertad. La iniciativa había partido de Jones, representante de Carolina del Norte, quien aseguró que esta surgió desde un restaurante de su localidad. Aunque para muchos fue una tontería, muchos locales adoptaron la misma línea y rebautizaron a las deliciosas papitas.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- En qué consiste la nueva iniciativa para sacar a Maduro del poder y quiénes la impulsan
- Coronavirus: un caso del letal “hongo negro” enciende las alarmas en Uruguay
- Uruguay sigue atrapado en el túnel del COVID-19, con los peores índices de contagios y muertes
- ¿El fin del “sueño chileno”?: los migrantes que luchan por permanecer en un país que les cierra las puertas
- Por qué las mujeres en China no quieren tener hijos
- Bashar al Asad, un autócrata frío y sin remordimientos | PERFIL