San Bernardino. Uno de los imanes de la mezquita en la que rezaba Syed Farook, presunto autor del tiroteo que dejó 14 muertos el miércoles en California, Estados Unidos, afirmó no haber detectado signos de radicalización y no haberlo visto en las últimas semanas.
"Nunca vimos signos de radicalización" en Farook, aseguró Mahmood Nadvi, de 39 años, encargado de conducir las lecturas en la mezquita Dar Al Uloom Al Islamiyah en la ciudad de San Bernardino, epicentro de la masacre.
"Los actos que vimos no representan lo que dice el Corán. Mataron a hermanos y hermanas", agregó el líder religioso.
Farook, de 28 años, y su esposa Tashfeen Malik, de 27, acabaron con la vida de 14 personas e hirieron a otras 21 en un centro médico que atiende a pacientes con discapacidad mental.
El presunto autor de la matanza era ciudadano estadounidense y trabajaba desde hace cinco años como inspector de sanidad de restaurantes para el condado de San Bernardino.
Desde el 2013, el sospechoso acudía entre dos y tres veces por semana a esta mezquita, la mayoría al rezo de las 01:00 p.m. porque coincidía con su pausa para almorzar.
"Era un hombre reservado, tímido, tranquilo, simple, nunca le vi faltar el respeto a nadie", contó Gasser Shehata, de 42 años, quien acude a diario a la mezquita.
Sus compañeros de rezo lo vieron por última vez "hace dos o tres semanas", dijo de su lado Nizaar Alí, un estudiante universitario de 23 años.
"Le conocí antes de que se casara. Se casó con ella en La Meca", la ciudad sagrada del islam situada en Arabia Saudí, durante el Ramadán del 2014 tras conocerla por Internet.
"La vi un par de veces, pero nunca nos presentamos. Ayer supe por la prensa cómo se llama. Iba cubierta de pies a cabeza con un velo negro", recordó Alí.
La pareja tenía una niña de seis meses.
La pequeña comunidad musulmana de San Bernardino, donde viven unas 210.000 personas, tiene miedo de las represalias que pueda desatar la masacre cometida por Farooky Malik.
"Hemos pedido a la policía que mañana garantice la seguridad de la mezquita" para el rezo del viernes, el más importante de la semana, explicó Shehata.
La mezquita recibió la misma noche del tiroteo una llamada anónima con amenazas.
Las autoridades siguen sin descartar que el tiroteo esté relacionado con un acto terrorista.
"Condenamos lo ocurrido. Todos somos hermanos y hermanas", afirmó Alí.
Fuente: AFP