Washington. El ex gobernador de Texas Rick Perry se convirtió hoy en el primer candidato republicano en abandonar la carrera hacia la Casa Blanca.
"Me hago a un lado sabiendo que dejo a nuestro partido en buenas manos", dijo hoy Perry, de 65 años, en una conferencia conservadora en San Luis (Misuri).
"Comparto esta noticia sin pesares. Ha sido un privilegio y un honor viajar por este país, hablar con los estadounidenses sobre sus esperanzas y sueños y ver que prevalece una sensación de optimismo a pesar de una época de políticas cínicas", añadió el ex gobernador de Texas, casado y con dos hijos.
Rick Perry da un discurso en el Consejo de Eagle XLIV, patrocinado por el Foro de Eagle, en el Airport Marriott St. Louis. (Fotos: AP)
Perry, que había anunciado su candidatura en junio, tuvo problemas para conseguir dinero para financiar su campaña y no había conseguido destacarse entre los numerosos candidatos republicanos que tratan de hacerse con la nominación de su partido para las presidenciales de noviembre del 2016.
El ex gobernador no logró calificar para participar en el debate de los diez principales candidatos republicanos en la cadena conservadora Fox News y tuvo que conformarse con un debate consuelo para los que tenían menos apoyos en las encuestas.
Tras la retirada de Perry, quedan 16 candidatos a las primarias republicanas, en las que el multimillonario Donald Trump parte como favorito.
Varios de los candidatos republicanos - entre ellos Ted Cruz, Marco Rubio, Lindsey Grahan, Jeb Bush y Rick Santorum- agradecieron a Perry su servicio a la nación y le desearon lo mejor en esta nueva etapa. Rubio, de origen cubano, destacó "la campaña honorable y positiva" que había realizado estos meses el ex gobernador de Texas.
Esta era la segunda ocasión en la que Perry se presentaba a unas primarias republicanas, después de una desastrosa campaña en el 2012.
Aunque hace cuatro años partía como favorito en las encuestas para medirse con el presidente Barack Obama en las urnas, la candidatura de Perry se desinfló, perjudicada por la escasa capacidad dialéctica y la mala memoria del político.
En un debate televisivo en noviembre del 2011, por ejemplo, se olvidó de uno de los nombres de las tres agencias federales que prometía eliminar si era elegido presidente. Este olvido enterró sus aspiraciones. El candidato a las primarias republicanas acabó siendo Mitt Romney, que perdió las elecciones ante Obama.
Perry sucedió en el puesto de gobernador de Texas a George W. Bush en el 2000, cuando éste asumió la presidencia de Estados Unidos.
El ex gobernador de Texas, que cultivaba el mensaje religioso y recelaba del Estado central, aplicó en Texas las recetas del Tea Party: impuestos bajos, desregulación y poder sindical mínimo.
Fuente: DPA