Amenazó con atacar un cuartel y decía escuchar voces: las alertas sobre el tirador de Maine que fueron pasadas por alto

Robert Card había dado señales de estar perturbado y había amenazado con un ataque armado, por lo que llamó la atención de la Reserva del Ejército de Estados Unidos, que en septiembre envió una alerta a la policía de Maine. El exmilitar que la semana pasada mató a 18 personas en el peor tiroteo masivo en la historia de ese estado estuvo en la mira de la policía tras esa alerta, pero al no encontrarlo los agentes dejaron de concentrarse en él.

La agencia de noticias AP informó que dos jefes policiales de Maine le confirmaron que a mediados de septiembre, se envió una alerta a nivel estatal para estar atentos a Robert Card.

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Card era instructor de armas de fuego. Había amenazado a la base militar de Saco, donde entrenó, y a sus compañeros reservistas. Tras ello, la Reserva del Ejército avisó a la policía sobre estas amenazas, y el sheriff del condado de Sagadahoc, Joel Merry, cuya jurisdicción incluye la casa de Card en Bowdoin, envió la alerta a todas las agencias policiales del estado, indicó la AP.

La policía entonces incrementó el patrullaje en la base militar de Saco y visitó la casa de Card sin que hubiese señales de él, por lo que ahí quedó todo.

“No pudimos localizarlo”, dijo Merry. El sheriff no pudo recordar si hubo algún seguimiento porque aseguró no tener en ese momento “ningún informe delante” de él.

De acuerdo con un informe de CNN, el 17 de septiembre un agente de Sagadahoc habló con el hermano de Card, quien le advirtió de que el hombre probablemente iría armado si abría la puerta.

“Más tarde se puso en contacto conmigo [el hermano], me dijo que entre él y su padre trabajarían para asegurarse de que [el hombre] no tuviera acceso a ningún arma de fuego. Tienen una manera de asegurar sus armas”, dijo CNN basado en una fuente.

El agente de policía que intervino dijo que le había dicho al hermano que la intención era asegurarse de que Card no se hiciera daño a sí mismo ni a otros.

Jack Clements, jefe de policía en Saco, también declaró a la AP. “Agregamos patrullas durante unas dos semanas (...) El tipo nunca apareció”, dijo.

Los funcionarios militares no le confiormaron a la AP si las amenazas transmitidas al sheriff Merry en septiembre eran nuevas o las mismas que Card había hecho durante un ejercicio de entrenamiento cerca de West Point, Nueva York, en julio de este año.

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Tras esa amenaza de julio, Card fue internado en un centro de salud mental durante dos semanas. La policía dijo que se había comportado de manera errática y había señalado que “escuchaba voces y amenazó con disparar” contra la base militar de Saco.

Robert Card, de 40 años, mató el miércoles con un rifle a 18 personas e hirió a 13 en dos ataques en Lewiston. Los tiroteos se registraron en una bolera y luego en un bar restaurante.

Tras ello, cientos de agentes lo buscaron durante dos días, hasta que el viernes lo encontraron muerto con un tiro en la cabeza. Estaba dentro de un camión con remolque cerca de un centro de reciclaje donde solía trabajar, informó el comisionado de Seguridad Pública de Maine, Mike Sauschuck.

De acuerdo con la cadena CNN, basada en una fuente cercana al caso y en una carta de la Guardia Nacional de Maine, el 15 de julio, cerca de West Point (Nueva York), Robert Card y otros soldados “habían ido a una tienda a comprar cerveza”. “En el estacionamiento acusó a tres de ellos de llamarle pederasta y dijo que se encargaría de ello”.

“Uno de los soldados que había sido amigo de él durante mucho tiempo estaba allí. Le echó en cara, le empujó y le dijo que dejara de llamarle pedófilo”, según CNN.

La fuente declaró a CNN que los amigos calmaron a Card, volvieron al motel donde estaban alojados, y el hombre se encerró en su habitación y no respondió más.

Al día siguiente, otro guardia consiguió la llave de su habitación y entró. “Me dijo que le dejara en paz y trató de cerrarme la puerta en las narices”, según el informe de la Guardia Nacional.

Entonces, lo llevaron al hospital de la base, donde un psicólogo determinó que necesitaba más tratamiento, lo que dio lugar a la hospitalización psiquiátrica de 14 días.

Tras salir de la clínica se produjo otro incidente que llevó a la Guardia Nacional de Maine a solicitar un control de bienestar, indicó CNN.

El canal explicó que Card y un amigo soldado volvían a casa tras estar en un casino cuando él empezó a decir que la gente le llamaba pedófilo.

“Cuando [su amigo] le dijo que lo dejara porque se iba a meter en problemas hablando de disparar a lugares y personas, [él] le dio un puñetazo”, según CNN.

De acuerdo con el amigo, Card dijo que “tenía armas y que iba a disparar contra el centro de instrucción de Saco y otros lugares”.

El tiroteo en Maine es uno de los más mortíferos

ocurridos en Estados Unidos desde el 2017, cuando un hombre abrió fuego contra el público durante un concurrido festival de música country en Las Vegas, matando a 60 personas.

La policía confirmó que Robert Card se suicidó con un arma de fuego cerca de un río, a unos 20 minutos de Lewiston.

Se desconocen los motivos de los ataques de Card en Lewiston.

La policía dijo que encontró en su residencia una nota en papel que Card le dejó a un pariente y que contenía una contraseña para su teléfono e información de su cuenta bancaria. El comisionado de Seguridad Pública de Maine, Mike Sauschuck, sostuvo que la nota tenía el tono de una carta de suicidio.

Sauschuck aseguró que los investigadores ahora están trabajando para acceder al teléfono, pero tienen que obtener primero una orden judicial especial para poder hacerlo.

El comisionado Sauschuck también confirmó que se encontró un arma larga en el interior del Subaru blanco propiedad de Card, que fue hallado cerca de un embarcadero en Lisboa el mismo día del tiroteo. No es la única arma que tenía.

De acuerdo con un reporte de la agencia AFP, junto al cuerpo de Card en el contenedor fueron halladas tres armas, entre ellas un fusil semiautomático.

Específicamente, el atacante tenía un rifle Ruger SFAR de alta potencia que fue utilizado en los asesinatos, además de una pistola semiautomática Beretta 92-F de 9 mm. No hubo referencia específica a la tercera arma.

Todas esas armas fueron compradas de manera legal en julio de este año, algo que Card pudo hacer porque no existen registros de que el hombre hubiera sido ingresado por la fuerza en una institución psiquiátrica, indicó AFP.

500 tiroteos masivos se han registrado en EE.UU.

este año, según Gun Violence Archive, una ONG que define un incidente de ese tipo como un hecho que involucra armas de fuego y deja cuatro o más personas heridas o muertas.

Sauschuck dijo que a pesar de sus problemas de salud mental y de una evaluación psiquiátrica supuestamente reciente, “una verificación de antecedentes no indicará que este individuo tenía prohibición” para comprar armas.

De acuerdo con CNN, Maine cuenta con una ley de “bandera amarilla” que puede utilizarse para evaluar a una persona con acceso a las armas. El primer paso consiste en que las fuerzas de seguridad detengan a la persona considerada peligrosa y la sometan a una evaluación médica. Tras el diagnóstico, un juez puede aprobar una orden para retirar temporalmente las armas de fuego.

CNN dijo que tras la alerta, al parecer el sargento de Sagadahoc, Joel Merry, generó un informe de persona desaparecida, pero no está claro si se tomó alguna medida en relación con el acceso del tirador a las armas. Una fuente le dijo a CNN que el caso parecía haberse cerrado el 1 de octubre, 24 días antes de las masacres.