El pasado 13 de julio, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, intentó matar al candidato presidencial republicano Donald Trump durante un mitin en el condado de Butler, en Pensilvania. Aunque no cumplió su objetivo, su acción dio un vuelco a la campaña electoral en Estados Unidos e incluso fue uno de los elementos que provocaron que finalmente el demócrata Joe Biden renunciara a seguir compitiendo por la reelección. Casi dos semanas después, surgen nuevos detalles sorprendentes sobre lo que pasó ese día.
Crooks usó un rifle tipo AR de su padre para disparar contra Trump desde una azotea ubicada a unos 150 metros de distancia del escenario del mitin. Lo hirió en la oreja derecha y mató a un bombero y dejó heridos a otros dos asistentes al acto de campaña. Tras disparar ocho tiros, a los segundos fue abatido por francotiradores del Servicio Secreto.
MIRA: El joven que disparó a Trump fue identificado como sospechoso una hora antes del atentado y el Servicio Secreto supo que tenía un telémetro
El martes, Christopher Paris, un comisario de la Policía Estatal de Pensilvania, se presentó en una audiencia de Seguridad Nacional en la Cámara de Representantes y reveló nuevos detalles sobre las fallas de seguridad que llevaron al intento de magnicidio.
De acuerdo con la cadena de noticias CNN, Paris reveló que dos agentes de Pensilvania abandonaron un edificio donde había puntos de observación estratégicos que tenían vistas al techo desde donde Crooks disparó a Trump.
Dijo que los dos agentes de la Unidad de Servicios de Emergencia (ESU, por sus siglas en inglés) de Butler, una fuerza táctica que tiene francotiradores, abandonaron sus puestos en el edificio para buscar a un individuo que había sido reportado como sospechoso. Se trataba de Crooks, indicó CNN.
“Entonces, ¿está diciendo, según su conocimiento, que esos agentes de la ESU abandonaron el lugar donde podían mirar por la ventana para ir en busca de esta persona?”, preguntó el representante republicano Dan Bishop, de Carolina del Norte, según CNN.
“Eso es lo que tengo entendido”, respondió Paris. “No quiero establecer un calendario minuto a minuto porque aún no lo tenemos”, siguió.
Paris también explicó a los congresistas que “varios agentes del Servicio Secreto” le dijeron al comandante de zona de la policía estatal que la ESU de Butler era la responsable de asegurar el edificio donde Crooks efectuó los disparos.
El policía contó que un agente municipal confrontó a Crooks cuando este ya estaba en el techo y antes de que disparara contra Trump.
Ello pasó luego de que unos agentes locales que se habían enterado de la posición de Crooks en el techo intentaron subir para enfrentarse al atacante. Sin embargo, mientras el agente estaba “colgando” del tejado, Crooks le apuntó con su rifle y éste cayó, narró Paris.
El policía calculó que Crooks estuvo en la azotea unos tres minutos. Agregó que solo pasaron unos segundos entre el momento en que el agente se le enfrentó y cuando disparó contra Trump.
Paris también confirmó que antes del mitin Crooks había sido visto usando un telémetro, algo que despertó las sospechas de la policía local.
Manifestó que hubo “un hilo de mensajes de texto” con miembros de la Unidad de Servicios de Emergencia del condado de Butler, algunos de los cuales vieron primero a Crooks y alertaron que era un individuo sospechoso.
Dijo que la policía estatal recibió una llamada y un mensaje de texto de la ESU sobre la actividad de Crooks, que transmitieron de inmediato al Servicio Secreto.
Ese día, otras tres personas fueron identificadas como sospechosas, dijo Paris.
El dron, los explosivos y el detonador
El miércoles, el director del FBI, Christopher Wray, conformó que Thomas Matthew Crooks hizo volar un dron sobre sobre la zona del mitin unas dos horas antes de que se presentara Trump.
Christopher Wray se presentó ante un comité especial del Congreso y dijo que la investigación aún no había podido determinar la motivación del ataque.
Wray sostuvo que el vuelo del dron duró unos unos 11 minutos y que el aparato pasó a unos 200 metros del escenario donde Trump tenía previsto hablar.
Según el jefe del FBI, el dron y su control remoto fueron hallados en el carro del atacante, que estaba estacionado en el área del mitin.
También se encontraron dos artefactos explosivos “relativamente toscos” en el vehículo y otro más en la residencia de Crooks, agregó el director del FBI.
Crooks tenía un transmisor consigo, dijo Wray, indicó que al parecer la detonación remota “no habría funcionado”.
Wray reveló que el rifle de Crooks tenía una culata plegable, lo que explicaría por qué los testigos no lo vieron caminando con un arma larga.
Informó que en el techo junto al cuerpo del pistolero se encontraron ocho cartuchos de bala.
Wray confirmó que Crooks había comprado una escalera de 1,50 metros de alto, según un recibo ensangrentado que tenía consigo. Agregó que la escalera no se encontró en la escena. Sostuvo que no está claro cómo llegó al techo.
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