El tiroteo de este fin de semana en Monterey Park, California, es el quinto asesinato masivo de este mes en Estados Unidos. Es también el ataque más mortal desde que el 24 de mayo se sucediera la masacre en la primaria de Uvalde, Texas. El presunto asesino, Huu Can Tran (72 años) -quien mató a diez personas que celebraban el Año Nuevo Chino-, fue hallado muerto dentro de su carro.
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Según “El Confidencial”, el atacante “era conocido por la zona” y con frecuencia “visitaba el estudio de baile Star Ballroom, donde ocurrió el tiroteo”. De hecho, informa el portal citando a “CNN”, él habría sido profesor de dicha institución a inicios de los 2000. Tal como lo contó su exesposa, era una persona “hostil con los alumnos”.
El medio agrega: “No se conoce el motivo por el que Huu Can Tran abrió fuego en el salón Star Ballroom, ni cómo consiguió la pistola semiautomática de 30 rondas con la que agredió a los asistentes del salón de baile”.
La agencia AFP apunta que, durante el 2022, en Estados Unidos hubo 647 tiroteos masivos -”definidos como incidentes con cuatro o más personas baleadas o muertas, sin incluir al atacante”-, mientras que más de 44 mil personas perdieron la vida por heridas de bala, más de la mitad de ellos por suicidio.
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Cifras de terror
La agencia AP destaca que Monterrey Park tiene 60 mil habitantes, siendo que la mayoría de ellos son de ascendencia asiática. Sus celebraciones por el Año Nuevo Chino suelen ser muy atractivas para los entusiastas: en años anteriores han asistido cerca de 100 mil personas a festejarlo.
De allí que una de las teorías sea que este sea un crimen de odio, una sombra que persigue a Estados Unidos.
CNN recuerda que, en el 2021, unas 10 mil personas denunciaron haber sido víctimas de “delito de odio debido a su raza o etnia, orientación sexual, género, religión o discapacidad”. “Los ataques dirigidos a personas negras aumentaron a 2.755 desde 1.930, y el número dirigido a asiáticos aumentó a 274 desde 161″, escribe el medio.
La pandemia jugó un papel en este tipo de crímenes.
-Según un informe publicado en marzo del 2021 por el Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo de la Universidad Estatal de California, los delitos de odio contra asiaticosestadounidenses "en 16 ciudades importantes de Estados Unidos aumentaron en un 149% entre 2019 y 2020".
-Stop AAPI Hate registró, entre marzo del 2020 y febrero del 2021, "3.795 incidentes contra asiáticos, solo en Estados Unidos. Pero la cifra se refiere solo a los hechos reportados".
-France 24 recuerda que, según el último censo estadounidense, las personas de origen asiático son "más de 21 millones en 2019, lo que representa el 6,6 % de toda la población del país", siendo que California alberga a la mayoría de ellos (6,5 millones).
El supuesto “origen chino” del coronavirus estigmatizó a los ciudadanos de dicha ascendencia. “Solo de marzo a mayo de 2020, se notificaron más de 800 incidentes de odio relacionados con el covid-19 en 34 condados del estado, según un informe publicado por el Consejo de Planificación de Políticas de Asia Pacífico”, anota la BBC.
Al respecto, el analista argentino que reside en Estados Unidos, Hernán Molina, comenta: “Este tipo de conductas se pueden explicar de varias maneras. Por un lado está la intolerancia y falta de diversidad que, dentro de un país polarizado y con un mandatario como Donald Trump, se rebalsan. Trump se mofó de las personas asiáticas y no es algo menor: cuando alguien con ese cargo se porta así públicamente, de alguna manera avala a que el resto se exprese de la misma manera”.
Y agrega: “Su conducta hizo que los prejuicios se profundizaran y que el odio se concrete”.
Entre marzo y diciembre del 2020, apunta Stop AAPI Hate, se registraron 2.808 denuncias por “actos racistas contras personas de origen asiático”. El “8,7% involucraron agresiones físicas y el 71% incluyó acoso verbal”, agrega la BBC.
La otra razón que destaca Molina es el fácil acceso a las armas. “La que usó estaba prohibida en California, lo que pone en tela de juicio la efectividad de las leyes estatales. Tendrían que ser federales y enfocadas en la necesidad de restringir el acceso”.
Sin embargo, para el especialista no se trataría necesariamente de un crimen de odio porque el perpetrador era parte de la misma comunidad atacada. “Parece que se trató de una persona con problemas de salud mental. Según algunos medios, él tenía tendencias violentas y, además, se sentía perseguido y menospreciado. Ahí podría estar la base de su reacción”.
Human Rights Watch sostiene que durante la pandemia del coronavirus se desató "una oleada de odio y xenofobia, buscando chivos expiatorios y fomentando el miedo", sostenida en una "retórica antichina". Estos vicios se impregnaron en algunos políticos, medios de comunicación y redes sociales. Al respecto, la oenegé escribió:
"El uso del término 'virus chino' por parte del presidente de EE.UU., Donald Trump, y el uso de 'virus de Wuhan' por parte del (ex)secretario de Estado Mike Pompeo pueden haber alentado el uso del discurso de odio en EE.UU. A pesar de que a fines de marzo Trump dejó de usar el término y publicó un tuit en el que expresaba su apoyo a ‘nuestra comunidad asiático-estadounidense’, no ha tomado ninguna medida gubernamental específica para la protección de las personas asiáticas y de ascendencia asiática".
Pero Estados Unidos no fue el único país donde estas expresiones aumentaron. En Italia se vio como un gobernador sostuvo que "el país gestionaría mejor el virus que China" porque, a diferencia de los "chinos que comen ratas vivas", ellos tenían costumbres más higiénicas.
En esa misma línea, el exministro de Educación de Brasil, Abraham Weintraub, sostuvo que la pandemia de la COVID-19 era parte del plan de China para dominar el mundo.
"La intensificación de la retórica racista ha coincidido con un aumento en los ataques racistas. Desde febrero, las personas asiáticas y de ascendencia asiática en todo el mundo han sido víctimas de ataques y palizas, acoso violento, amenazas, insultos racistas y discriminación que parecen vinculados a la pandemia", concluye HRW.