Este domingo, el candidato del oficialismo, Santiago Peña, se convirtió en el nuevo presidente de Paraguay luego de vencer por más de 17% de diferencia a su más cercano competidor.
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El economista de 44 años, representante del Partido Colorado y aprendiz político del investigado expresidente Horacio Cartes, consiguió el 43% de los votos totales durante la jornada electoral del domingo.
En el segundo lugar quedó Efraín Alegre (27,4% de los votos), quien encabezaba una heterogénea coalición -incluyó a partidos de centro, centroderecha y centroizquierda- llamada Concertación Nacional que llegó a preocupar al oficialismo en las últimas semanas por su crecimiento en los sondeos de intención de voto.
La gran sorpresa electoral, sin embargo, apareció en el tercer lugar, con el candidato de ultraderecha Paraguayo Cubas, quien consiguió el 22% de votos luego de que en la campaña oscilara entre los 8% y 10% de apoyo.
Con el triunfo de Peña, el Partido Colorado consolida su hegemonía en Paraguay, tras gobernar durante los últimos 76 años, con excepción del periodo entre 2008 y 2012 en el que Fernando Lugo presidió al país.
LOS RETOS ECONÓMICOS
En el primer discurso que brindó tras oficializarse su victoria, el propio Peña se encargó de enlistar algunos de los principales retos que tendrá que enfrentar durante su mandato.
“Después de los últimos años de estancamiento económico, alto déficit fiscal, alto índice de desocupados e incremento de la pobreza extrema, no es solo trabajo para una persona o un partido. Por eso convoco a la unidad y el consenso, por la prosperidad sin exclusiones”, señalaba tras agradecer a sus votantes.
Tras la crisis vivida en el 2002, Paraguay experimentó dos décadas de sostenido crecimiento económico, impulsado principalmente por sus exportaciones de soya, carne y energía hidroeléctrica. Esto, a su vez, se vio reforzado por reformas políticas orientadas a controlar la inflación y el gasto fiscal, destaca el Banco Mundial en su informe sobre el país.
Sin embargo, el gran paso pendiente paraguayo es su integración en el mercado global, muestra de ello es que la mayoría de sus exportaciones se limitan a Brasil, Argentina y Chile. Con la pandemia de COVID-19, además, el país vio su PBI caer del 4,4% que mantenía en promedio desde 2003 hasta 2018, a un 0,7% entre 2019 y 2022.
El último año, incluso cerró con un crecimiento de -0,3%.
“Si bien Paraguay mantiene un crecimiento macroeconómico más favorable que el de otros países de la región, existe la necesidad de que mejore la situación de los sectores más pobres. Aunque no tenemos una gran población, en el país aún existe un alto porcentaje de personas bajo la línea de pobreza”, señala a El Comercio el periodista del diario paraguayo “Última Hora”, Roberto Santander.
Según la más reciente Encuesta Permanente de Hogares Continua 2022 (EPHC), realizada por el Instituto Nacional de Estadística, el 24,7% de paraguayos se encuentran en situación de pobreza.
Si bien estos resultados muestran un descenso del 2,2% respecto al total de pobreza monetaria en comparación al 2021, también refleja que la pobreza extrema aumentó en 1,7% frente al mismo periodo.
Según Santander, esta situación se ve agravada por la inflación, que cerró el 2022 en 8,6% según el Banco Central del Paraguay. “La gente no está llegando a fin de mes, hay un sobreendeudamiento de las familias y las autoridades tendrán que buscar cómo hacer para mejorar la situación de los sectores que actualmente sobreviven con los pocos recursos que tienen”, señala.
MÁS PROBLEMAS SOCIALES
Más allá del tema económico, Santander resalta la situación en la que se encuentran los servicios públicos, con un especial énfasis en la salud.
“El común de la gente sigue reclamando medicamentos y una mejor cobertura sanitaria. La gente debe realizar actividades para poder comprar un medicamento en Paraguay, mientras que solo un sector minoritario tiene acceso al servicio de salud pero el servicio es pésimo”, asegura.
Sumado a ello, el periodista considera necesario que en el país se abra el debate con miras a una necesaria reforma educativa. “El año pasado vivimos un intenso debate sobre un proceso de transformación educativa en el que hubo mucha contaminación política que terminó frenando el proyecto y aún está pendiente ver cómo se resuelve. Consistía, principalmente, en una donación (de textos escolares) que llegó desde la Unión Europea e incluía algunos temas polémicos para una sociedad conservadora como la paraguaya, desde el Partido Colorado cuestionaban que la UE pretendía incluir la Agenda 2030 en los textos. Es necesario discutir para ver hacia donde se encamina la transformación educativa”, afirma.
En febrero de este año, el Índice Global de Crimen Organizado elaborado en conjunto por la Unión Europea y el Departamento de Estado de Estados Unidos alertaba que Paraguay posee actualmente la segunda tasa de criminalidad más alta de Sudamérica.
Entre los principales delitos que afectan al país se encuentran la trata de personajes, el contrabando de productos, el tráfico de armas y las operaciones de cárteles del narcotráfico brasileñas, como el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV), dedicados a comerciar con marihuana.
Este último punto, según diferentes investigaciones, se ve alimentado por la corrupción imperante en el aparato estatal paraguayo.
LA SOMBRA DE CARTES
El Índice Percepción de la Corrupción 2022, elaborado por la ONG Transparencia Internacional, sitúa a Paraguay como el segundo país más corrupto de la región, superado únicamente por Venezuela.
El experto en América Latina para el Istituto Affari Internazionali de Roma, Tiziano Breda, le explicó hace unos días a la cadena France24 que en Paraguay existen al menos tres elementos que permiten que la corrupción se haya consolidado.
El primero, según Breda, es la concentración de poder en manos de un solo partido y la falta de alternancia en el poder. El segundo es la legislación laxa de controles insuficientes sobre el financiamiento de campañas electorales, que permite la financiación sin transparencia y favorece el clientelismo. Mientras que el tercero sería la creciente presencia de actividades ligadas al narcotráfico, que ofrece un flujo de recursos ilícitos.
En el caso del flamante presidente Peña, la corrupción ya ronda sobre él amenazando con empañar su gobierno, incluso antes de vestirse la banda presidencial el próximo 15 de agosto.
Peña es el heredero político de Horacio Cartes, actual presidente del Partido Colorado y exmandatario de Paraguay entre 2013 y 2018.
En julio del 2022, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció que su gobierno sancionaría al expresidente Cartes acusándolo de obstruir durante su mandato con “una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional con el fin de protegerse a sí mismo y a su socio criminal de un potencial enjuiciamiento y daño político”, lo que generó una inestabilidad en las instituciones democráticas de Paraguay.
En enero de este año, Washington anunció sanciones en contra de Cartes y del vicepresidente paraguayo en ejercicio, Hugo Velázquez, por estar involucrados en “una corrupción sistémica que ha socavado las instituciones democráticas de Paraguay”, y mantener presuntos vínculos con el grupo terrorista Hezbolá.
Además, la justicia brasileña también investigaría los nexos de Cartes con una red de lavado de activos y contrabando de cigarrillos.
Pese a los señalamientos, Cartes fue electo presidente del Partido Colorado y mantiene una enorme influencia no solo entre las filas del partido sino sobre el flamante mandatario Peña.
“Horacio, admiro la inmensidad de tu calificada obstinación por la suerte de la ANR (Asociación Nacional Republicana, nombre oficial del Partido Colorado), aquella vez rescatándolo de la llanura, esta vez uniendo a la familia. Tu aporte no se paga sino con la moneda del respeto”, dijo el domingo Peña durante la celebración del triunfo.
“Santiago Peña es el delfín del expresidente, fue su candidato anteriormente pero perdió en las internas frente a Mario Abdo Benítez, fue ministro de Hacienda durante el gobierno de Cartes. Desde la Concertación apuntaban durante la campaña contra Cartes y sugerían que el nuevo presidente puede servir como una suerte de blindaje para evitar un eventual pedido de extradición de Estados Unidos”, explica Santander.
“El poder político de Santiago Peña descansa en Horacio Cartes. Está por verse si Peña realmente tendrá la lapicera en el Palacio de López“, agrega el periodista.
"Peña deberá recuperar la confianza y la cooperación con Estados Unidos"
Se temía que la jornada del domingo fuese complicada, pero terminó siendo una lección de democracia para la región.
Sí, a diferencia de lo que se pensaba los resultados se publicaron la misma noche. Al principio se hablaba de que no se reconocería al ganador, que habría piquetes, que había llegado gente de afuera para salir a las calles. Creo que se trató de una estrategia de varios partidos, no solo de la Concertación que había denunciado un fraude en el 2018. Felizmente el candidato Alegre aceptó la derrota de inmediato. Es a lo que deberíamos aspirar en la región, en lugar de estar impugnando o cuestionando (los resultados). Fue una jornada admirable.
¿Qué opciones tiene Peña de revertir los grandes problemas del país?
El plan de gobierno de Peña tiene varios puntos claves que son interesantes en temas de seguridad, desempleo y erradicar la corrupción. El gobierno anterior, de Abdo Sánchez, estuvo marcado por ciertas acusaciones. Pese a ser del mismo partido, Peña y Abdo son de alas totalmente opuestas. Por otro lado, el crimen organizado está actuando muy fuerte en Ciudad del Este, cerca de la Triple Frontera con Argentina y Brasil. Otro reto será fortalecer los vínculos con Estados Unidos, pese a la injerencia del gobierno de Biden con las acusaciones al vicepresidente Velásquez y expresidente Cartes. No solo por inversiones sino también por cooperación en Defensa.
¿De qué forma?
En Asunción hay una oficina del FBI, eso demuestra la relación que mantenían. Peña deberá recuperar la confianza y la cooperación con EE.UU. para combatir tanto el crimen organizado como la inseguridad ciudadana.
¿Y en cuanto a lo comercial?
Lo que necesita Paraguay es que Washington certifique la carne paraguaya para poder exportarla a Estados Unidos. Si Peña lo consigue sería un gran triunfo porque aportaría a la economía de los ganaderos paraguayos abriéndoles un mercado tan grande. En resumen, Peña debe recomponer el hipo que han tenido con Washington.
La campaña de Efraín Alegre generó una expectativa tan alta que generó temor en el oficialismo, ¿por qué terminó quedando tan lejos de Peña?
Principalmente dos errores de la Concertación. El primero fue la desunión de la coalición, las distintas ideologías y ambiciones propias de cada político llevó a disputas y roces entre ellos mismos. El segundo tema fue que Guillermo Ferreiro, uno de los representantes de la Concertación, confirmó que habían vetado a los medios del grupo de Horacio Cartes de la cobertura de ayer. Pese a que esto se revirtió y se pidieron disculpas, el daño ya estaba hecho y la percepción de una parte de la prensa fue negativa.
¿Cómo se entiende que un solo partido gobierne por más de 70 años de forma casi ininterrumpida?
Creo que se debe a la institucionalidad partidaria. Fuera de los 36 años que estuvo la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), se ve mucho que hay una herencia partidaria. Al contrario de lo que pasa en países como el nuestro, donde los hijos tienen un pensamiento político opuesto al de sus padres o sus abuelos, en Paraguay si el papá es Colorado el hijo también lo es. Entonces, eso ha generado una suerte de sentido de pertenencia. Hay que reconocer que el Partido Colorado ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos cada vez que lo ha necesitado. El propio Abdo es hijo de un aliado de Stroessner, pero él respetó las reglas democráticas, consolidó la democracia y la institucionalidad. Esa dinámica no se ha aprendido en el Perú, por ejemplo.
¿Considera saludable para la democracia que un solo partido gobierne tanto tiempo?
Me parece saludable en cuanto el pueblo siga eligiéndolos. Al final, los votantes de cada país tiene la elección en la mano. El Partido Colorado tiene muchas variantes dentro de sí y, además, en estas elecciones hubo 13 partidos.