Dos personas han muerto y otras 12 han resultado heridas en un incendio ocurrido en un restaurante Burro Canaglia de gastronomía italiana situado en la madrileña Plaza de Manuel Becerra. (Twitter).
Dos personas han muerto y otras 12 han resultado heridas en un incendio ocurrido en un restaurante Burro Canaglia de gastronomía italiana situado en la madrileña Plaza de Manuel Becerra. (Twitter).

Una pizza flambeada provocó un voraz incendio en un restaurante italiano en , que dejó dos muertos y doce heridos, seis de ellos de gravedad.

El fuego se originó pasadas las 23 (hora local) del viernes en el restaurante italiano Burro Canaglia Bar&Resto, en una zona del oeste de la capital, la plaza Manuel Becerra. Las llamas se iniciaron cerca de la entrada del local, lo que dificultó la evacuación de la gente. No había otra salida.

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La supervisora de los servicios de emergencias Samur, Montse Marcos, confirmó a la prensa la muerte de dos personas. Otras doce personas resultaron heridas por las llamas y la gran cantidad de humo que provocó el incendio que se propagó muy rápidamente.

Una de las víctimas era un trabajador del local de 35 años de edad y la otra una clienta que estaba cerca de la puerta, de 42, según relataron las autoridades.

Seis personas continuaban hospitalizadas por la gravedad de sus heridas, una de ellas “en situación más crítica” y las demás “en situación estable”, señaló el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, desde el lugar del incendio, donde se podía observar mobiliario quemado en las veredas.

Las hipótesis apuntaban a que el fuego se debía “a una pizza flambeada, que pudo prenderse fuego sobre la decoración del local”, unas flores de plástico que adornaban el techo y las columnas del restaurante, dijo Martínez Almeida.

“Uno de los camareros iba a dar el toque final a un plato con un soplete para flambearlo, llevaba el plato en llamas en una mano y el soplete en la otra, pasó cerca de una columna con plantas y en cuestión de segundos ardió todo”, relató al diario El País una clienta.

Al momento del siniestro, unas 30 personas se encontraban dentro del local, entre comensales y personal del establecimiento, según detalló el alcalde madrileño.

“Hubo mucha suerte por la cercanía del cuartel de bomberos”, ubicado a solo unos cientos de metros del restaurante, lo que permitió que “en menos de diez minutos desde que se tiene el primer aviso, se apaga el fuego”, continuó.

“Si los bomberos se hubieran tardado cuatro o cinco minutos más, el número de víctimas mortales hubiera sido más elevado, por las condiciones del fuego y los humos”, agregó Martínez Almeida.

Según la normativa vigente, existen serias restricciones para el uso de material inflamable en techos y paredes. Fuentes municipales dijeron que el local tenía la licencia en regla y precisaron que la decoración debe cumplir con lo que indica el código técnico de la edificación y con la ordenanza de protección contra incendios.

Caminos protegidos

En concreto, la ordenanza señala que los techos y las paredes de “caminos protegidos” deberán contar con “materiales combustibles no inflamables”. Se define como recorrido protegido el que lleva “hasta el espacio exterior seguro o hasta un sector de riesgo nulo”.

En este caso, el único camino hasta la salida era el de la puerta principal, porque existía una antigua puerta de emergencia que daba a un portal, pero estaba sellada.

Martínez Almeida dijo que aún se investigaba si el restaurante cumplía con todos los requisitos técnicos, pero sí pudo confirmar que “por el tamaño y el número de comensales” no era obligatorio que contara con salida de emergencia.

“La gente fue corriendo” al cuartel a dar el aviso del incendio, relató Carlos Marín, jefe de guardia de los bomberos de Madrid. Martín confirmó que la zona más difícil era la entrada, donde comenzó el fuego, lo que provocó que muchas personas se fueran hacia el interior. “Algunas tuvieron la oportunidad de esconderse en la cocina, agacharse y esperar, pero las condiciones eran lamentables para todos”.

Varios testigos relataron que vieron salir gente “con la piel quemada” y también muchas otras personas que debieron ser rescatadas. La gran vereda del frente del restaurante se llenó de cuerpos rodeados de médicos que hacían todo lo posible por salvar sus vidas.

Algunos clientes incluso trataron de romper desde afuera con sombrillas de las terrazas los vidrios de las ventanas del restaurante para facilitar la salida de la gente, pero la densa humareda hacía imposible permanecer cerca sin el equipo apropiado.

“Todo mi cariño a los familiares de los fallecidos en el incendio de Manuel Becerra y mi deseo de pronta recuperación a los heridos”, escribió en Twitter la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “Gracias, una vez más, a los servicios de emergencia por su extraordinaria labor”, agregó.

David y Ruth son dos de los supervivientes de la tragedia. En un banco a unos metros del restaurante, ella le comentó minutos después del incendio: “¿Te das cuenta de la que nos hemos librado?”.

Agencias AFP y DPA, y El País

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