Una ilustración en la que se puede ver a cinco mujeres en la playa se ha convertido en el mayor escándalo del verano en España. Las críticas contra el Instituto de las Mujeres, organismo parte del Ministerio de la Igualdad y promotor de la campaña “El verano también es nuestro”, van desde el uso indebido de la imagen de las modelos hasta una supuesta sobrevaloración por la licitación del trabajo.
LEE TAMBIÉN: “La campaña española para mostrar los cuerpos en la playa usó mi imagen sin preguntar”
El miércoles 27 de julio, el Instituto de las Mujeres lanzó una campaña orientada a romper los estereotipos sobre los cuerpos femeninos, principalmente en verano. Para ello, encargaron la elaboración de la ahora viralizada ilustración.
En la imagen se pueden ver a cinco mujeres en bikini disfrutando de un día de playa. “Todos los cuerpos son válidos y tenemos derecho a disfrutar de la vida como somos, sin culpa ni vergüenza (...) ¡El verano es para todas!”, escribió al respecto en su cuenta de Twitter la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Sin embargo, las críticas no tardarían en aparecer.
“ES MI FOTO DE INSTAGRAM”
Desde la publicación de la ilustración, las opiniones en redes sociales estuvieron divididas. Mientras que un gran grupo de usuarios celebró la campaña donde se reivindicaba la diversidad de cuerpos, otros tantos reclamaron no haber ampliado la gama de modelos para incluir a hombres que no poseen “cuerpos estándar”.
Otros criticaban que el Ministerio de la Igualdad estaba dándoles “permiso a las gordas” para ir a la playa.
Estos comentarios fueron rápidamente respondidos tanto por la Secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam, como por el líder de izquierda Cayo Lara.
“Señores diciendo que las gordas ya podíamos ir a la playa sin permiso de Igualdad. Claro que vamos pero asumiendo odio por enseñar un cuerpo que no es normativo”, escribió Rodríguez Pam en Twitter.
“Es el colmo del absurdo. Pretender crear un problema donde no existe”, dijo por su parte Lara.
Pero dos días más tarde llegaría una crítica que realmente impactó en la campaña.
El 29 de julio, la modelo británica Nyome Nicholas-Williams denunció en declaraciones para la BBC que el Gobierno Español había utilizado su imagen, sin solicitar su permiso, para la campaña.
La modelo de 30 años, de ascendencia jamaiquina, que además es una abanderada en la lucha por el respeto a la diversidad de cuerpos y contra la ‘gordofobia’, narró que fue alertada por uno de sus más de 78 mil seguidores en redes sociales.
“No es una foto de archivo, es una foto que está en mi cuenta de Instagram (...) Es grosero y me parece una falta de respeto”, escribió.
Posteriormente, Nicholas-Williams informó mediante la misma red social que fue contactada por la empresa a cargo de diseñar el cartel, quienes le explicaron que habían usado su imagen “porque se estaban quedando sin tiempo”.
La modelo aseguró que recibió una disculpa de la empresa y le ofrecieron compensarla por el error. “Siento que esa respuesta es muy reactiva en lugar de proactiva”, señaló.
CUERPOS EDITADOS
Un día después de que Nicholas-Williams denunciara el uso de su imagen, otra queja se sumó. Esta vez fue la de Sian Green-Lord, otra modelo británica, publicó un video en su cuenta de Instagram mostrando que la campaña española también había utilizado su imagen sin permiso y, adicionalmente, la habían editado para borrar la pierna ortopédica que utiliza desde el 2013 tras un accidente de tránsito en Nueva York.
“No sé ni cómo explicar la cantidad de rabia que siento ahora mismo. Uno de mis amigos me acaba de informar de que el Gobierno español ha utilizado mi cuerpo, pero ha eliminado mi pierna protésica. Una cosa es usar mi imagen sin mi permiso, pero otra es editar mi cuerpo”, dijo la modelo.
El domingo, una tercera mujer denunció una situación similar.
Esta vez fue Juliet FitzPatrick, otra modelo británica de 60 años que sobrevivió al cáncer. Tras ser alertada por Twitter, FitzPatrick escribió que “inicialmente pensé que definitivamente no (era la mujer que aparece a la izquierda). Pero ahora creo que ese rostro puede ser el mío. Aunque no es mi cuerpo. Este es un trabajo de muy mala calidad, quienquiera que sea”.
El cáncer que superó FitzPatrick provocó que se le practiquen dos mastectomías, la imagen que se ve en el poster sin embargo fue sometida solo a una.
El cuerpo sobre el que fue insertado el rostro de la modelo correspondería a un retrato tomada por la fotógrafa Ami Barwell.
“Ami Barwell cree que dos de las fotos que tomó para su proyecto sobre mastectomías han sido utilizadas y manipuladas, sin autorización. Mi cara se ha superpuesto al cuerpo de la otra mujer. La prótesis de otra mujer ha sido eliminada de una imagen robada y las imágenes de otras mujeres han sido robadas y editadas. En mi opinión, esto invalida la campaña”, escribió FitzPatrick.
PRESUNTO SOBRECOSTO
Sumada a las denuncias públicas emitidas por las modelos, en redes sociales comenzó a circular información sobre que la campaña le había costado 84 mil 500 euros al Ministerio de la Igualdad.
Para sustentar esta acusación, adjuntaban el enlace a un contrato por licitación adjudicado por el ministerio a la empresa The Tab Gang S.L., con fecha 17 de marzo.
Desde el Ministerio de la Igualdad, sin embargo, negaron la relación entre la licitación y la campaña en polémica, en declaraciones brindadas al medio digital Maldita.es. Desde el ministerio aseguran que dicho contrato “corresponde a la contratación por parte del Instituto de las Mujeres de un servicio de creatividad para una campaña de publicidad institucional que se lanzará en otoño (de setiembre a diciembre en España) y que forma parte del Plan de Publicidad Institucional”.
El 29 de julio, la empresa The Tab Gang S.L. confirmó a través de su cuenta en Twitter que su contrato no guardaba relación con “El verano es nuestro” ni con la agencia a cargo de dicha campaña.
AUTORA DE LA POLÉMICA
El polémico cartel fue encargado al artista Arte Mapache, que se autodefine en su cuenta de Twitter como “activismo gordo y de la diversidad corporal”.
La ilustradora detrás de esta cuenta es Gisela Escat, una artista digital catalana.
En un hilo de mensajes publicado en su cuenta de Twitter, Escat expresa sus disculpas públicas a las modelos “por haberme inspirado en sus fotografía”, además de “haber utilizado una tipografía sin licencia”.
La artista, adicionalmente, señala que repartirá los beneficios del trabajo entre las protagonistas del cartel. Según Escat, el precio que cobró al ministerio por la ilustración fue de 4.490 euros.
“Espero poder solucionar todo esto lo antes posible, asumo mis errores y por eso ahora estoy intentado reparar el daño causado, por el momento voy a apartarme de redes sociales y a tratar de solucionar este asunto con las partes implicadas de forma privada”, concluye la ilustradora.
Un día después, insistió en un nuevo tuit asegurando que “el contrato que corre por redes sociales de 100 mil euros no es del cartel ‘El verano es nuestro’”.
El 30 de julio, desde la cuenta del Instituto de las Mujeres aseguraron que no tenían conocimiento sobre la identidad de las modelos y que lo estaban “resolviendo con la autora”.
Sin embargo, la polémica no parece haber concluido entre el ministerio y la artista, pues un artículo del periódico digital español OkDiario asegura que Escat cobraba 60 euros por ilustraciones como la que se usó en la campaña.
“En particular, los retratos personalizados de Arte Mapache cuestan inicialmente 70 euros, pero se aplica una rebaja de 10 euros automáticamente, por lo que el precio se queda en 60 euros”, denuncia el medio español.
Cabe resaltar que tras la polémica, el sitio web de Arte Mapache ha sido dado de baja.
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