Las relaciones diplomáticas entre España y Argentina viven uno de sus momentos de mayor tensión de los últimos años después de que un ministro español sugiriera que el presidente argentino, Javier Milei, había consumido drogas.
Las afirmaciones tuvieron una respuesta inmediata de la presidencia argentina, que escaló la disputa arremetiendo directamente contra el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a quien señaló por haber “puesto en peligro” la unidad del país.
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La trifulca comenzó el pasado viernes en una mesa redonda organizada por el Partido Socialista (PSOE) en Salamanca, en la que el ministro español de Transportes, Óscar Puente, dijo que Milei había ingerido “sustancias” durante su campaña electoral el año pasado.
Refiriéndose a la aparición del entonces candidato argentino en televisión durante su campaña electoral el año pasado, Puente aseguró que no sabía en qué estado se encontraba Milei, si “previo a la ingesta o después de la ingesta de no sé qué sustancias”.
Asimismo, hablando sobre la “autenticidad” y animando a su audiencia a “ser ellos mismos sin miedo”, el ministro dijo que “hay gente muy mala que siendo ella misma ha llegado a lo más alto. Milei, por ejemplo. Trump”, les dijo a los asistentes.
“No sé si tendrán asesores. Yo, a Milei, desde luego, si tiene asesores, yo creo que no escucha mucho”, remató Óscar Puente.
La respuesta del mandatario argentino no se hizo esperar y, en un comunicado oficial publicado en las redes sociales por la Oficina del Presidente, Milei condenó las “calumnias e injurias” formuladas por Puente, y atacó las políticas del gobierno socialista de Sánchez.
Además, el ministro del Interior argentino, Guillermo Francos, pidió la destitución de Puente: "si yo fuera presidente, le pediría la renuncia", dijo en una entrevista en la argentina Radio Mitre.
Óscar Puente, que fue alcalde de Valladolid antes de asumir la cartera de Transportes en noviembre de 2023, es uno de los ministros del gobierno liderado por Pedro Sánchez que más controversias ha protagonizado, en parte por el lenguaje directo y, según sus críticos, imprudente, que no duda en utilizar en redes sociales y alocuciones públicas.
El choque se produce después de un enfriamiento de las relaciones entre los dos países desde la elección del líder de extrema derecha argentino.
Cruce de comunicados
En su respuesta, la oficina de Milei dijo que España tiene cosas más importantes que abordar, como las acusaciones de corrupción contra la esposa de Sánchez, que el fiscal de Madrid ha dicho que deberían archivarse por falta de pruebas.
El comunicado continúa diciendo que las políticas socialistas del presidente del gobierno han traído “muerte y pobreza” a los españoles, “puesto en riesgo a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal de quienes atentan contra su integridad física” y socavado la integridad de España al hacer tratos con los separatistas, en referencia al gobierno de coalición con el mayor partido independentista de Cataluña.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores español ha emitido un comunicado en el que “rechaza rotundamente los términos infundados” que “no se corresponden con las relaciones de dos países y pueblos hermanos”.
Milei, que asumió la presidencia argentina el pasado 10 de diciembre, ha apoyado públicamente al partido de extrema derecha antiinmigración español Vox.
Está previsto que el presidente argentino visite España para asistir al lanzamiento de la campaña electoral europea de Vox el próximo 18 de mayo. No es la primera vez que el líder de La Libertad Avanza participa en un mitin del partido liderado por Santiago Abascal.
En 2022, por ejemplo, Milei dio un discurso en apoyo a Vox en el que ensalzó los valores que unen a ambos partidos, y repitió el ideario con el que luego fue elegido en Argentina, como que “la justicia social es una idea violenta e injusta” o que “el socialismo es la máquina de empobrecer”.
Esta vez, sin embargo, Milei viajará a España como presidente, pero no tiene previsto reunirse ni con Pedro Sánchez ni con el rey Felipe VI.
Esta no es, sin embargo, la primera disputa del presidente argentino con otros líderes mundiales.
En su largo historial de rifirrafes, Milei describió al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, como un "comunista furioso" y “corrupto”, y llamó "ignorante" al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
También llamó "asesino terrorista" al presidente colombiano, Gustavo Petro, refiriéndose a que fue en el pasado miembro de un grupo guerrillero. Como respuesta, Colombia expulsó a varios diplomáticos argentinos, aunque las aguas se calmaron tras una comunicación con la canciller de Exteriores argentina, Diana Mondino.
Del papa Francisco, Milei dijo en campaña que era “el representante del Maligno en la Tierra”, aunque luego se retractó de sus declaraciones al asumir la presidencia.