Con el 100% de los votos escrutados, los comicios celebrados el 23 de julio en España dieron como resultado que el derechista Partido Popular (PP) se convirtiera en la agrupación con el mayor voto popular, seguido de su tradicional rival, el izquierdista y por ahora oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Sin embargo, este último tendría más opciones de mantenerse en el poder, pese a haber conseguido menos papeletas a su favor.
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¿Qué escenarios dejan los resultados del domingo?
A diferencia del Perú, donde tenemos una república presidencialista, en España rige una monarquía parlamentaria. Entonces, el país es gobernado por la fuerza legislativa que mayor apoyo reciba.
Difícilmente un solo partido es capaz de conseguir el apoyo necesario para obtener los 176 escaños requeridos para gozar de la mayoría parlamentaria en un Congreso de Diputados con 350 asientos. Por ello, la formación del gobierno depende generalmente de la afinidad ideológica y las negociaciones entre las fuerzas políticas.
“Dado el último resultado, el PP (136 escaños) no alcanza la mayoría parlamentaria ni siquiera sumando los escaños de su aliado actual que es Vox (33). Esto complica el escenario para el bloque de derecha porque es muy poco probable que los pequeños partidos, que se han repartido el resto de votos, se alíen con ellos debido a que son, en su mayoría, agrupaciones independentistas, catalanas o vascas, que históricamente han estado más cerca del PSOE que de la derecha”, explica a El Comercio el historiador y analista internacional Rodrigo Murillo.
Ante esta situación, el horizonte político español parece tener tres escenarios probables: uno en el que el PP forme gobierno tras una compleja movida política, otro en el que el PSOE se mantenga en el poder a costa de unas negociaciones que los podría llevar a ceder más de lo esperado y un tercero en el que las elecciones tendrían que repetirse ante el fracaso en la búsqueda de las alianzas.
Este jueves a las 8 de la noche, Rodrigo Murillo presentará su nueva novela "No juzgarás", en el auditorio Laura Risco de la FIL Lima.
Escenario 1: Gobernar en minoría
Tal como menciona Murillo, el panorama luce complicado para el grupo liderado por Alberto Núñez Feijóo, quien desde que se conocieron los resultados ha llamado a que se respete la voluntad popular y se le otorgue la oportunidad de ser el jefe de Gobierno en España, como lo ha expresado la mayoría de votantes en las urnas.
Desde muy temprano este lunes 24, Feijóo inició su ronda de conversaciones con miembros del partido de extrema derecha Vox, además del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y la Unión del Pueblo Navarro (UPN), dos formaciones políticas a las que espera convencer de sumar a sus filas.
Tal como menciona a El Comercio el internacionalista y director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura (Udep), Enrique Banús, este periodo será la prueba de fuego para conocer las habilidades de Feijóo como negociador.
Pero incluso si no consigue el apoyo de los otros partidos, el PP podría tener una opción de gobernar, aunque para eso requeriría del apoyo de su eterno rival.
“La única forma que legalmente tiene el PP para formar gobierno con los votos que tiene actualmente es que los 122 escaños del PSOE se abstengan de votar la investidura. Feijóo ya salió a decir que espera que los socialistas respeten la voluntad popular expresada por los españoles en las urnas, dando a entender que sería ético y correcto que se les permita formar gobierno. Pero del otro lado existe un argumento que hace poco probable que se lleve a cabo esto y es que si el PP logra formar gobierno sería la primera vez, desde el fin del franquismo, que una coalición que incluye a un partido de extrema derecha llegue al poder. Entonces, toda la izquierda, todo el nacionalismo y todo el independentismo se unirán para que su enemigo histórico y mortal no vuelva a formar gobierno en Madrid. Honestamente, esta opción de gobierno en minoría me parece la menos probable”, señala.
Escenario 2: Ceder para seguir en el poder
Del otro lado, en la tienda del PSOE, Sánchez observa cómo su estrategia de adelantar elecciones luego del fracaso de la izquierda tras los comicios municipales de mayo parece darle los frutos buscados.
El actual jefe de Gobierno podría ver su cargo renovado si es que consigue el apoyo de los pequeños partidos, que ideológicamente tienen mayor cercanía hacia los socialistas que hacia la derecha.
Sin embargo, Banús advierte que Sánchez deberá ser cauto en cuanto a la línea roja que deberá trazar durante las negociaciones pues no puede comprometer más de lo que puede dar realmente.
“Está claro que ciertos grupos como Esquerra Republicana o Junts per Catalunya propondrán el referéndum (independentista), habrá que ver si Sánchez puede ceder tanto para seguir gobernando. Ahí se verá la capacidad negociadora de Sánchez y Núñez Feijóo, además de dónde trazará la línea roja cada uno de ellos”, comentó el experto.
Murillo, por su parte, reconoce que los independentistas buscarán capitalizar la oportunidad que tienen ante ellos, pero también recuerda que Sánchez tiene una carta que podría usar como último recurso para unir al variopinto bloque de izquierda.
“Ahora Sánchez tendrá al frente a los independentistas conscientes del valor que tienen sus escaños, entonces elevarán sus peticiones. Ya se habla desde Cataluña y País Vasco que se pedirá amnistías para presos y referéndums de independencia, habrá que ver si Sánchez está dispuesto a aceptar. Pero incluso si no estuviera dispuesto, siempre tendrá el argumento de aliarse para que la extrema derecha no vuelva al poder. Si asocia a sus rivales con el franquismo podrá contar con los votos de catalanes y vascos, creo que ahí reside su éxito”, explica el analista.
Escenario 3: de nuevo a elecciones
Banús explica que en este punto ninguna alianza debe darse por descontada, pues incluso las tiendas que naturalmente parecen más cercanas -como Vox y el PP, por ejemplo- han mostrado diferencias en el pasado.
Entonces, ¿qué sucedería si ningún bloque consigue ponerse de acuerdo para formar Gobierno? ¿Se podría llamar a nuevas elecciones? ¿Cambiarían muchos los resultados en ese caso?
Sí, es posible llamar a nuevas elecciones si los intentos de formar un nuevo gobierno fracasan.
Sin embargo, tanto Banús como Murillo consideran que esta opción es poco probable en el contexto actual. El catedrático de la Udep considera que esto se debería principalmente por lo perjudicial que resultaría para España demostrar tanta inestabilidad política mientras ostenta la presidencia de la Unión Europea y, además, porque el abanico de opciones para el PSOE luce bastante amplia.
Murillo, por su parte, considera que unos nuevos comicios no cambiarían mucho el panorama debido al trasfondo histórico que tiene el voto en el país ibérico. “Eventualmente, podría suceder si es que no consiguen ponerse de acuerdo. Pero hay que recordar que cuando hablamos de la política española hay muy poca movilidad del voto. Esto se debe a que vivieron la Guerra Civil hace no mucho tiempo y tienes a votantes tanto del PP como del PSOE a los que no les interesan los escándalos de corrupción, si Feijóo estuvo con un narcotraficante o Sánchez con un contrabandista. Cuando uno tiene a un abuelo al que encontraron muerto en una cuneta, ya sea porque lo mataron los comunistas o los fascistas, ese voto no se mueve. Entonces, la carga histórica hacia los partidos es casi invariable y se mantiene a través de décadas”, explica el historiador.
¿Cómo es el proceso para nuevas elecciones?
El jueves 17 de agosto el nuevo Congreso entrará en funciones. A partir de entonces, los partidos oficialmente entrarían en el periodo de negociaciones para formar un nuevo gobierno. Esta etapa no cuenta con un tiempo límite.
Sin embargo, cuando consideren que se cuenta con una alianza lo suficientemente fuerte se pasará al proceso de investidura, una suerte de confirmación del voto parlamentario. En caso de que esa investidura fracase y no se llegue a un acuerdo en dos meses, el presidente del Congreso tendrá que presentar ante el rey de España la disolución del Parlamento y convocar a nuevas elecciones.
¿Hay precedentes de este tipo de casos?
Existe más de un precedente y el último periodo de este tipo se dio hace no muchos años. En el periodo comprendido entre el 2015 y el 2019, los españoles participaron de cuatro elecciones parlamentarias.
Es durante este periodo, además, que presenciamos el fin del bipartidismo español con la aparición de Podemos y Ciudadanos, la llegada de Sánchez al poder, el ascenso de Vox a la palestra nacional y una audaz estrategia del jefe de Gobierno socialista al convocar a nuevas elecciones para librarse de un bloqueo parlamentario impulsado por la oposición en el 2019.
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