Roma (EFE)
El alcalde de Roma, Ignazio Marino, inscribió hoy en el Registro Civil de la capital 16 matrimonios de gays y lesbianas contraídos en el extranjero, a pesar de la prohibición del Ministerio del Interior de Italia y el aviso del delegado del Gobierno de que serían anulados.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, emitió hace unas semanas una circular a los ayuntamientos en la que señalaba que todos los matrimonios entre homosexuales celebrados en el extranjero y registrados en los ayuntamientos italianos quedaban cancelados.
Los matrimonios homosexuales que tengan validez en el extranjero no pueden ser inscritos en el Registro Civil del país porque "no son consentidos por la ley", explicó entonces el ministro.
Italia carece de una ley que reconozca los matrimonios o "las uniones de hecho" entre personas del mismo sexo, por lo que algunos alcaldes comenzaron a registrar las uniones de homosexuales contraídas en el extranjero.
El alcalde de Roma, como otros regidores en estos días, se rebeló hoy ante la ordenanza de Interior y dedicó la mañana del sábado a registrar 16 matrimonios homosexuales.
Ante la anunciada decisión de Marino, el delegado del Gobierno en Roma, Giuseppe Pecoraro, anunció que quedarían anulados como indicó el Ministerio del Interior, pero el alcalde de la capital italiana hizo caso omiso.
Las parejas homosexuales fueron llegando durante la mañana a la "Sala de la Protomoteca" del Campidoglio, sede del ayuntamiento, acompañados de sus familiares y amigos y, en algunos casos, de sus hijos.
La primera pareja que inscribió su matrimonio, celebrado en Barcelona en 2009, fue la formada por Marilena Grassadonia y Laura Terrasi, quienes llegaron al ayuntamiento con sus tres hijos y definieron el acto "como un gesto político muy importante de civismo y respeto para nuestras familias".
En total han sido 16 parejas, 11 de hombres y 5 de mujeres, las que han inscrito sus matrimonios, aunque se entablará una nueva batalla ya que el Ministerio del Interior anulará el acto.
Otra de las parejas era la formada por Francescopaolo Di Mille y Luca Possenti, quienes se casaron en Canadá hace tres años y llegaron acompañados de su hija de tres años.
SE DEFIENDE
"Es fundamental que un alcalde defienda los derechos de todos", dijo Marino tras registrar las 16 uniones.
Marino añadió que "hay que pensar que hoy es un día normal. Creemos fuertemente que todos somos iguales y que tenemos los mismos derechos ante la ley y el derecho más importante es el de poder decir al propio compañero o compañera que se le ama".
Un grupo de militantes del partido conservador Forza Italia se congregó ante el Ayuntamiento para criticar la decisión de Marino y afirmar que se estaba cometiendo "un acto ilegítimo".
Todo comenzó con el caso de Giuseppe Chigiotti y Stefano Bucci, quienes se casaron en 2012 en Nueva York, donde las uniones homosexuales son legales desde junio de 2011.
El pasado abril, el Tribunal de Grosseto (norte) declaró legal su matrimonio e instó al ayuntamiento de la provincia toscana a iniciar el proceso de registro.
Fue un hecho sin precedentes que animó a otros municipios a hacer lo mismo y, en los meses posteriores, Nápoles, Bolonia o Fano siguieron el ejemplo.