Alemania: enfermero confesó haber matado a 30 pacientes
Alemania: enfermero confesó haber matado a 30 pacientes
Redacción EC

Oldenburg. Un enfermero alemán acusado formalmente de tres muertes y dos intentos de asesinato en la clínica en la que trabajaba ha confesado haber matado a alrededor de 30 enfermos terminales, según el informe psiquiátrico presentado hoy en la Audiencia provincial de Oldenburg (norte de Alemania).

Según el informe, Niel H., de 38 años, confesó la cifra durante un exhaustivo examen psiquiátrico al que fue sometido durante la investigación de los delitos por los que es juzgado.

El enfermero confesó los cinco casos que le imputa la fiscalía y otros muchos de los que se tenía conocimiento.

El enfermero confesó haber suministrado un medicamento para el corazón sin autorización a 90 pacientes en la clínica Delmenhorst, provocándoles graves complicaciones en el corazón.

El correspondiente informe del experto fue presentado ante el tribunal federal de Baja Sajonia, en Oldenburgo, encargado de juzgar desde principios de septiembre al enfermero. Si se prueba ahora la reciente confesión, ésta podría ser la mayor serie de asesinatos registrada en un hospital alemán.

El proceso dio así un inesperado giro. El enfermero estaba acusado oficialmente de triple asesinato y de doble intento de asesinato en pacientes de la unidad de cuidados intensivos en el hospital de Delmenhorster, en el norte del país. Sin embargo, ahora la lista podría ampliarse considerablemente.

El hombre reconoció las acusaciones, según informó el psiquiatra ante el tribunal. El experto, que se reunió en diciembre y en enero en cuatro ocasiones con el acusado, indicó también que se mostró avergonzado por sus actos, que no puede recordar completamente.

Según la declaración del acusado, hasta 30 pacientes perdieron la vida entre 2003 y 2005 en Delmenhorst después de que él les inyectara el medicamento. Sin embargo, no ha querido hablar sobre los motivos que lo empujaron a cometer estos actos.

De acuerdo con la fiscalía alemana, el enfermero les suministraba el fármaco para generar una situación de emergencia y demostrar cómo de bueno podía ser a la hora de reanimar a los pacientes. Posteriormente jugó con la vida de los enfermos por aburrimiento.

El experto explicó que el acusado sabe que sus actos son imperdonables y es consciente del gran dolor que ha causado a los familiares de los pacientes.

Su serie de asesinatos concluyó cuando una compañera del enfermero lo sorprendió in fraganti en el verano (boreal) de 2005. El tribunal de Oldenburgo lo condenó ya en diciembre de 2008 por intento de asesinato a siete años y medio de prisión. Sin embargo, ya entonces había indicios de que no se trataba de un hecho aislado.

Una comisión especial de la policía investiga numerosos casos sospechosos tanto en pasados centros de trabajo del enfermero como posteriores, en Wilhelmshaven y Oldenburgo, así como en intervenciones protagonizadas por él.

"La confesión del acusado es una parte del puzzle de una intensa investigación", informó el director de la fiscalía superior, Roland Herrmann.

Sin embargo, según la declaración del enfermero, éste no habría infringido ningún daño a ninguno de sus pacientes en sus otros puestos de trabajo.

El hospital en Oldenburgo solicitó el pasado año a un grupo de expertos la investigación de las muertes de los pacientes registradas durante el tiempo en que trabajó allí. Esta investigación desveló que doce pacientes habrían podido morir por causas no naturales.

La Audiencia provincial de Oldeburg le condenó ya en 2008 a siete años y medio de prisión por un asesinato frustrado en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Delmenhorst, donde fue sorprendido por una colega en el verano de 2005 mientras intentaba inyectar un fármaco a un paciente.

La policía, según informa la prensa local, investiga un total de 170 casos sospechosos en el centro hospitalario en el que trabajaba el enfermero.

Fuente: DPA/ EFE

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