Berlín (EFE)
Las autoridades alemanas han abierto una investigación contra más de 200 presuntos activistas del grupo yihadista Estado Islámico (EI), informó el ministro de Justicia de Alemania, Heiko Maas, en declaraciones que publica hoy "Der Spiegel" en su edición digital.
"Adoptaremos todas las medidas convenientes que nos brinda el derecho penal para combatir el terrorismo del EI. Tampoco toleraremos enfrentamientos violentos en Alemania", indicó el ministro socialdemócrata, quien subrayó que en septiembre la cifra de causas abiertos todavía se situaba en 140.
No obstante, y a pesar del aumento significativo de instrucciones abiertas contra potenciales terroristas yihadistas, Maas advirtió en contra de endurecer excesivamente el código penal.
"La respuesta al terror de la EI no puede conducir jamás hacia un recorte a largo plazo de nuestros derechos fundamentales. La mera actuación sin rumbo no frena a ningún terrorista", precisó el ministro.
A pesar de que el Gobierno está estudiando la introducción de cambios en el código penal, no es ahí donde radica el problema, "sino en la brutalidad de los terroristas", agregó, pues el número de causas abiertas "demuestra que el derecho penal ya funciona".
"Uno de los objetivos del EI consiste precisamente en quebrantar nuestro Estado de derecho y nuestra democracia, a lo que debemos hacer frente con decisión, pero también con sentido común y discernimiento", dijo.
El pasado 12 de septiembre, el ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, anunciaba la prohibición "inmediata" de las actividades del EI en el país, lo que convierte en delito la exhibición de sus símbolos y distintivos, la recogida de fondos para la organización yihadista o el proselitismo en internet.
La decisión fue adoptada después de comprobar la "agresiva" propaganda que hace la organización de sus actividades también en alemán y la radicalización de sectores islamistas dentro del país.
"Es un paso importante en la lucha contra el terrorismo internacional, para la libertad y para la seguridad" de Alemania, manifestó De Maizière, quien recordó que 400 personas han salido del país para luchar en Siria e Irak y que más de 40 de ellos han muerto, uno de ellos en un atentado suicida.
Además de intentar evitar que ciudadanos alemanes engrosen las filas de los combatientes yihadistas, el Gobierno busca mantener bajo control a aquellos que regresan.