El nigeriano Alika Ogorchukwu fue asesinado por el italiano Filippo Claudio Ferlazzo en el centro de la ciudad de Civitanova Marche. (Captura de video).
El nigeriano Alika Ogorchukwu fue asesinado por el italiano Filippo Claudio Ferlazzo en el centro de la ciudad de Civitanova Marche. (Captura de video).
Redacción EC

El vendedor ambulante nigeriano Alika Ogorchukwu fue asesinado a plena luz del día en el centro de la ciudad italiana de Civitanova Marche sin que nadie interviniera para salvarlo, a pesar de que varias personas observaron la agresión y su agonía. Muchos solo se limitaron a grabar en video el hecho. El caso ha conmocionado a .

“El asesinato de Alika Ogorchukwu sobrecoge. La ferocidad inaudita. La indiferencia extendida. No puede haber justificaciones ni basta el silencio. El último ultraje a Alika sería pasar página y olvidar”, denunció el líder del Partido Demócrata, Enrico Letta.

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Alika Ogorchukwu, de 39 años, con esposa y un hijo de 8, murió en la tarde del viernes a manos del italiano Filippo Claudio Ferlazzo, de 32, quien ya está detenido acusado de homicidio voluntario y robo, pues se llevó el teléfono de la víctima.

Según algunos medios de comunicación italianos, Ferlazzo comenzó a agredir al vendedor ambulante que caminaba con muleta como reacción a un comentario que este habría hecho sobre su novia. Se desencadenó así una pelea en la que el italiano asestó varios golpes con la misma muleta de Ogorchukwu hasta tirarlo al suelo y después se puso sobre él hasta acabar con su vida, como se aprecia en los videos grabados por los testigos.

Las investigaciones no confirman que el ambulante haya hecho un comentario sobre la novia de Ferlazzo. Otros medios sostienen que Ogorchukwu fue atacado cuando “persistentemente” quería venderle algo a quien iba a convertirse en su victimario.

Mientras que el portavoz del cuerpo de policías de Macerata, Matteo Luconi, explicó que por el momento no hay elementos que permitan atribuir el crimen al racismo, sino que “parece que surgió” cuando la víctima pedía limosna.

Según la primera reconstrucción, Ogorchukwu se acercó a su agresor para pedirle dinero y este, tras negárselo, le golpeó hasta la muerte.

Tras ser detenido, el homicida pidió “perdón” a la familia de Ogorchukwu a través de su abogado y alegó que la riña surgió porque este “pedía insistentemente limosna” y porque agarró del brazo a su novia.

La defensa de Ferlazzo también dijo que desde hace unos meses este se encuentra “en estado de confusión”. “Es un chico con problemas psiquiátricos”.

Las autoridades policiales también se refirieron a los supuestos problemas psiquiátricos que sufre el detenido.

POLIZIA DI STATO/QUESTURA DI MACERATA.
POLIZIA DI STATO/QUESTURA DI MACERATA.

Indignación por la inacción de los testigos

El hecho de que las personas que estaban alrededor no intervinieron durante el ataque, que duró unos 4 minutos, y que solo se limitaron a grabar en video provocó indignación en Italia.

Enrico Letta, líder del Partido Demócrata de centroizquierda, dijo que el brutal asesinato y la indiferencia de quienes lo rodeaban eran espantosos.

Debora Serrachiani, miembro del Partido Demócrata, manifestó que “fue el racismo y luego la indiferencia lo que mató a Alika Ogorchukwu”.

El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, aseguró que “la indiferencia es tan grave e injustificable como la violencia”.

Incluso los líderes ultraderechistas Matteo Salvini y Giorgia Meloni, siempre críticos con la inmigración, lamentaron el crimen y pidieron que “la condena sea la máxima posible” para el agresor.

Por su parte Libero, uno de los diarios de derecha cercanos a Salvini y Meloni, salió con un titular que afirmaba que el incidente no se trataba de racismo, sino que el atacante tenía problemas psicológicos. “La izquierda está aprovechando este incidente para acusar a Salvini y Meloni de racismo, pero no tiene nada que ver con el racismo”, escribió el Libero.

Mientras que la comunidad nigeriana en Italia se congregó en Civitanova Marche y Ancona para exigir justicia.

La asociación de Sant’Egidio, dedicada a la acogida de refugiados en Italia, lamentó estos hechos y llamó a “detener la violencia”.

“Es un episodio que ha ocurrido en una calle normalmente llena de gente, en el pleno centro de Civitanova Marche. Hay incluso quien lo ha grabado, otros gritaron al agresor, pero nadie intervino”, denunció la organización.

Alika Ogorchukwu tenía 39 años.
Alika Ogorchukwu tenía 39 años.

La familia exige justicia

La familia de Alika Ogorchukwu exigió el sábado justicia y saber por qué el homicida no estaba vigilado si padece problemas psiquiátricos.

“Las disculpas de Filippo Claudio Ferlazzo no bastan. Ahora solo necesitamos justicia, no venganza. Es difícil llegar a comprender lo ocurrido”, declaró a los medios el abogado de la familia de la víctima, Francesco Mantella.

El abogado de la familia consideró que, si hay una razón psiquiátrica detrás del crimen, “es necesario reflexionar” por qué Ferlazzo no estaba controlado, ya que al parecer cuenta con un tutor designado, su madre.

“Necesitaremos empezar una serie de indagaciones. Tenemos plena confianza en la labor de la Fiscalía de Macerata”, declaró el letrado.

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