Redacción EC

No hubo hornos crematorios. Es una mentira. Y no hubo cámaras de gas”. En mayo del 2012, Nikos Michaloliakos, fundador de Amanecer Dorado, daba su posición sobre el Holocausto en la televisión griega. Y no como el cabecilla de un grupo neonazi marginal que había nacido en 1980 en la cuna de la democracia, sino como el líder de un partido político en fulgurante ascenso y que ese año se convirtió en la tercera fuerza del país.