En el transcurso de los últimos 15 años, la canciller alemana Angela Merkel se convirtió en la figura imprescindible de cada cumbre del Viejo Continente. Era la voz cantante, la que definía muchas de las políticas del bloque de la Unión Europea al representar al país más grande e influyente de esa región, pero también por ejercer un liderazgo por sí misma.
Pero pronto las reuniones de los líderes mundiales, y sobre todo europeos, no contarán con ella. Merkel dejará el puesto de canciller apenas se forme un nuevo gobierno después de las elecciones legislativas de este domingo en Alemania.
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¿Cuál será el destino de la Unión Europea sin una de sus figuras más relevantes? ¿Cómo superará el vacío que dejará Merkel?
El bloque pasa ahora por un momento geopolítico complicado pues Estados Unidos está mirando más hacia el Pacífico y enfilando sus objetivos hacia China; mientras que no ha resuelto los desafíos que supone el cambio climático.
“Será difícil llenar el vacío de Angela Merkel porque este tipo de líderes así no más no aparecen. El liderazgo de Merkel ha sido más tranquilo, más reflexivo, pues se toma tiempo para sus decisiones, pero se ha tratado de un liderazgo pragmático”, comenta a este Diario el analista internacional, Francisco Belaunde Matossian, y conductor del programa GeoMundo en TVPerú.
Para el politólogo germano-griego Janis Emmanouilidis, del think-tank Centro de Política Europea, no quedan dudas de que la partida de Merkel marca “el fin de una era” para la Unión Europea. “Por supuesto que su salida deja un vacío”, expresó a la AFP.
Sin embargo, su gestión no ha estado exento de críticas. “La UE está en peor estado que cuando Merkel llegó al poder en 2005″, ha considerado la influyente revista alemana “Der Spiegel”, citando el abismo financiero entre el norte y sur de Europa, el ‘brexit’ y el ascenso de las democracias no liberales.
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Las crisis europeas
“Merkel ha podido cambiar de opinión a veces para preservar la Unión Europea. Ella es una pragmática y se atiene a una serie de principios, pero cuando ve que algún asunto requiere de un cambio para atender reclamos de otros países de la UE, lo piensa y toma la decisión de dar un giro”, comenta Belaunde.
Por ejemplo, Merkel se mantuvo inflexible durante la crisis económica del 2008 y no fue muy popular entre los países del sur europeo, sobre todo en Grecia. “Ella dijo que estaba dispuesta a prestar dinero alemán para ayudar a Grecia, pero con unas condiciones de saneamiento de las cuentas fiscales griegas muy severas”, agrega.
Sin embargo, cambió de parecer en el caso de los refugiados sirios y afganos en el 2015 y permitió que entren a Alemania para tramitar las solicitudes de asilo.
“La regla de Dublín señala que todas las solicitudes de asilo tienen que ser tratadas en el país de la UE al cual entraban primero los migrantes, que solía ser Grecia. Por ello, todos los refugiados se quedaban ahí hasta que se tramitaran sus pedidos. Pero ella rompe esa regla ante la magnitud de la tragedia”, apunta Belaunde.
“Fue un paso muy audaz que le costó mucho políticamente pues le reprocharon que eso permitió el crecimiento de la extrema derecha en Alemania”.
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¿Macron en el horizonte?
Uno de los jefes de gobierno que quiere reforzar su presencia internacional es, sin duda, el francés Emmanuel Macron. Con un estilo bastante más impulsivo que el de Merkel, el presidente galo quiere empoderar el europeísmo.
“Macron intentará usar más su influencia si es reelegido en abril”, agrega Emmanouilidis.
“Desde que fue elegido, Macron busca ser un especie de motor de la Unión Europea al querer profundizar la integración. Pero a veces ha encontrado de parte de Merkel cierto escepticismo con algunas de sus iniciativas, como buscar crear el cargo de ministro de Finanzas de la zona euro o un Parlamento de la zona euro”, comenta Belaunde Matossian.
“Efectivamente, Macron es alguien que quiere ir mucho más allá y quiere hacer historia”, añade.
Otra personalidad que se perfila es la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que además es muy cercana a Angela Merkel y fue su ministra de Defensa.
“Sabe siempre poner las cosas en su contexto, incluidos los numerosos años pasados en Europa, que ella ha contribuido a modelar. Con frases simples recuerda a la gente lo que es importante. Y a menudo, cuando estamos estancados, ella lanza una idea y arrancamos nuevamente. La echaremos de menos”, comentó sobre Merkel la jefa del Ejecutivo europeo.
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