En el mes de diciembre de 2021, una niña de 12 años llamada Ava White fue asesinada por un adolescente de 14 años tras una discusión por un video que se habría publicado en la red social Snapchat. Recientemente, y de manera casi sorpresiva, el menor recibió una fulminante condena.
Una vez más, un trágico hecho demostró que los jóvenes están teniendo reacciones violentas por situaciones que ocurren en Internet. Durante un evento hace un año atrás, en el que se prenden las luces de Navidad de Liverpool, Reino Unido, se desató una debate entre Ava y un joven de 14 años cuyo nombre se mantuvo en secreto.
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Al parecer, el “Niño A”, como lo llamó la prensa local, grabó a Ava jugando con un amigo de ella y subió el video a Snapchat, lo cual terminó en una acalorado altercado entre el grupo de la menor y el asesino, que acabó cuando el joven la apuñaló con un cuchillo en el cuello, lo que resultó en su muerte.
Aun cuando el adolescente negó haberlo hecho al momento de ser interrogado por la policía local por primera vez, los abogadas de la familia de Ava mostraron videos de cámaras de seguridad del lugar donde se puede ver que él estuvo claramente implicado en el asesinato.
Como si fuera poco, se encontraron rastros de sangre de Ava en la chaqueta del “Niño A”. En consecuencia, los abogados del homicida le informaron a los agentes que el adolescente ayudaría con la investigación y, además de aceptar el asesinato, diría dónde podían encontrar el cuchillo con el que mató a la menor.
Al parecer, y según lo que informó la defensa del chico de 14 años, se trata de un joven con serias dificultades de aprendizaje que había sido enviado a un instituto educativo especial. En esa línea, también revelaron que no se trataba de la primer vez que manifestaba comportamiento agresivo. Incluso, era algo regular.
Cuando declaró nuevamente ante las fuerzas de seguridad, reveló que había mentido porque tenía “miedo de ir a prisión” y dijo “no quería hacerlo”, en clara referencia al asesinato. Tras su declaración, el menor fue sentenciado por un juez a cadena perpetua con un mínimo de 13 años tras las rejas.
“Cubrir un asesinato en una manera tan fría y calculadora… un niño de 14 años no debería quitarle la vida a otra niña”, comentó Mia, la hermana de la menor fallecida, al medio local ‘The Mirror’.