La Agencia de Seguridad Alimentaria Belga (AFSCA) anunció el viernes 8 de abril que retiró de producción a una fábrica de chocolates Kinder en Arlon, Bélgica, debido a un brote de salmonela que se extendió por Francia y el Reino Unido. Acorde a un comunicado del fabricante, esa planta representa el 7% del volumen total de productos Kinder en todo el mundo durante un año, por lo que la cantidad de casos de esta enfermedad pueden ser más en comparación a los que se conocen hasta el momento. Si bien preventivamente se retiraron varios lotes, algunas personas llegaron a consumir chocolates infectados y los relatos de sus experiencias recorren el mundo entero.
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Lo que le ocurrió a Billy Way, un pequeño de tres años oriundo de Barry, Gales, es uno de los tantos y complicados ejemplos de lo que la salmonela produce en las personas. Acorde a lo que contó su madre, Kasey Cooke, y consignó el portal Mirror, el menor de sus dos hijos se enfermó gravemente tras ingerir un chocolate Kinder Sorpresa.
“A Billy le encantan, come uno por semana. Su hermano mayor recibió un paquete de tres para su cumpleaños y le quiso regalar uno a Billy. Días después de comerlo, empezó a sentirse muy mal, no podía retener nada ni mantenerse parado. Tuve que ponerle un pañal porque no podía levantarse ni para ir al baño”, explicó Kasey, la madre de 26 años.
Con un panorama tan difícil, Cooke trasladó a su hijo al hospital. “[Los médicos] estaban preocupados de que pudiera haber entrado en coma porque su nivel de azúcar era muy bajo. Lucharon durante varios días para mantener altos sus niveles de azúcar en sangre, estaba petrificado”, recordó. Durante cuatro días, el pequeño Billy estuvo internado y en observación en el Hospital Infantil Arca de Noé en Cardiff, Gales.
“Parecía que estaba muriendo, tenía la boca seca, la cara pálida y los ojos negros”, relató su madre. Finalmente, los estudios relizados en sus heces determinaron la presencia de bacterias compatibles con salmonela. No obstante, la familia no sospechó del chocoalte Kinder sino hasta que se dio a conocer la noticia proveniente de Bélgica.
“Siento que mi hijo debería ser compensado. Pasó casi una semana en el hospital y perdió peso porque no comió nada durante siete días. Cuando él pide chocolate, ahora pregunta si le va a hacer mal a la panza”, explicó Cooke previo a aclarar que se comunicó con la empresa luego de que el pequeño regresara a la casa.
En ese sentido, un portavoz de Ferrero, la empresa responsable, le dijo a Mirror que “lamentan mucho escuchar sobre el hijo de Kasey Cooke” y que sus “pensamientos más sinceros están con su familia en este momento”. Mientras tanto, aseguró que “el asunto se está investigando junto con las autoridades de seguridad alimentaria” y que se logró identificar que “el punto de origen era un filtro en la salida de dos tanques de materia prima”. En cuanto a una posible compensación a los damnificados, todavía se desconoce qué acciones tomará la empresa.