La aerolínea British Airways dio a conocer que uno de sus aviones sufrió una de “las perores turbulencias” de su historia. El vuelo BA12, que iba de Singapur a Londres, Inglaterra, fue sorprendido por una tormenta que causó graves lesiones en la tripulación tras cuatro horas del despegue.
A más de 30.000 pies, la inclemencia del clima azotó a toda la tripulación durante la noche del viernes 16 de junio. El pánico se apoderó de los pasajeros y muchos llegaron a creer que “no sobrevivirían” en medio de las turbulencias, según testimonios al medio The Sun.
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“El avión había pasado sobre el Mar de Andaman y estaba sobre la Bahía de Bengala después de salir de Singapur cuando se produjeron turbulencias severas y sostenidas. La aerolínea no ha vivido nada parecido en los últimos cinco años”, señaló el periódico.
Una azafata sufrió una contusión de cadera y un tripulante tuvo una conmoción cerebral después de ser arrojado por la cabina del Boeing 777-300ER.
Pasajeros pensaron que iban a morir
El informe señala que 8 tripulantes resultaron heridos. El capitán no tuvo más remedio que volver a Singapur tras las fuertes ráfagas de viento que azotó la nave.
Jade Crosland y su pareja volaban en el Boeing 777-300ER con sus dos hijos cuando el avión fue presa de la corriente de aire y las máscaras de oxígeno fueron liberadas. Ella cuenta que sostuvo a su hija del pecho al pensar que el avión caería a más de ‘mil pies’ de altura.
“La señal del cinturón de seguridad se encendió sin ningún anuncio porque estaba medio despertando, así que pensé que sería mejor sacar a Harper, ya que cuando la señal está encendida, tienes que amarrarte a tu bebé”, compartió Crosland, quien estaba sentada con su bebé filas adelante de su esposo y su hijo, de 3 años.
“Cuando me puse de pie, el avión cayó literalmente mil pies”, dijo, luego de disponerse a ponerle el cinturón a su bebé. “Todos volaron por los aires, todos gritaban”, agregó.
“Honestamente, pensé que íbamos a morir. La até a mí apretándola, abrazándola, pensando que vamos a morir y ‘esto es todo’”, confesó tras la terrible experiencia.
Tom Owens, de 27 años, señaló al MailOnline que vio como el carrito de comida voló por los aires y volvió a caer lesionándole el tobillo: “Mi pie estaba en un ángulo de 90 grados con respecto a mi pierna”.
“La tripulación fue muy profesional y muy organizada y realmente se mantuvo unida. Fueron increíbles y muy útiles”, dijo Crosland sobre el equipo médico abordo en acción.
Tras el retorno del avión del British Airways, cerca a las 3 a.m., un portavoz de la aerolínea elogió el profesionalismo de su tripulación dentro de la aeronave:
“La seguridad es siempre nuestra prioridad y estamos cuidando a nuestra tripulación después de que uno de nuestros vuelos experimentara un episodio poco común de turbulencia severa (...) Nos hemos disculpado con los clientes por el retraso de su vuelo y les hemos proporcionado alojamiento en un hotel”, indicó el representante.
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