Carlos III asciende oficialmente al trono del Reino Unido con retos importantes, como modernizar una institución cuyo rol en el mundo actual es ampliamente debatido y estar a la altura del legado de su madre, Isabel II. Pero el monarca también deberá lidiar con los problemas y escándalos familiares, un desafío complicado y que él mismo conoce bien.
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El flamante rey, que en su momento protagonizó un drama amoroso que incluyó infidelidad, divorcio y fue un festín para los tabloides, es coronado en momentos en que la familia real está desgarrada por la polémica en torno al hijo menor de Carlos, el príncipe Harry, que se distanció de la mayoría de miembros de su familia tras renunciar a sus funciones reales.
Harry no solo ha criticado a la monarquía públicamente en los medios de comunicación del Reino Unido y de Estados Unidos, sino que recientemente arremetió contra su hermano, su padre y otros miembros de su familia en la controvertida autobiografía, “Spare” (“En la sombra” en español), que se convirtió en un éxito de ventas este año.
En el libro el príncipe hace acusaciones de racismo y manipulación mediática contra la familia real. Cuenta que el rey Carlos III hacía “sádicas” bromas sobre si era su “verdadero” padre y que su cuñada Catalina, esposa de su hermano y heredero al trono William, lo alentó a disfrazarse de nazi cuando tenía 20 años. Su revelación más explosiva, sin embargo, es la que narra cómo su hermano lo agredió físicamente durante una discusión sobre su esposa Meghan en el 2019. “Hermano querido y archienemigo” son las palabras que usa Harry para referirse a él.
No sorprende que una de las grandes incógnitas de la ceremonia de coronación de Carlos III, de 74 años, haya sido cuáles iban a ser los miembros de la familia real designados por los reyes para aparecer en el balcón de Buckingham tras el acto solemne en la Abadía de Westminster.
Aunque por semanas se dudaba de la presencia de Harry en la coronación de su padre, hace tres semanas se supo que fue invitado y su presencia fue confirmada. Sin embargo, el príncipe asistirá sin su esposa, Meghan, quien permanece en la casa de la pareja en California con sus dos hijos pequeños, el príncipe Archie y la princesa Lilibet.
Harry no es el único familiar incómodo para el nuevo rey. El príncipe Andrés, hermano menor de Carlos, está sumamente desprestigiado por escándalos de índole sexual. Andrés renunció a sus tareas oficiales y fue despojado de sus títulos militares y patronatos tras revelaciones sobre su amistad con el delincuente sexual Jeffrey Epstein. El príncipe llegó a un acuerdo en una demanda con una mujer que dijo que fue obligada a tener relaciones sexuales con él cuando era una adolescente.
“Una posición muy difícil”
Como rey, Carlos III cuenta con cierto respaldo de la prensa británica y está por encima de los dimes y diretes entre su entorno cercano, incluso tiene la potestad de expulsar a algunos miembros de la familia. Sin embargo, los escándalos familiares no ayudan a contrarestar el rechazo hacia la monarquía que se ha fortalecidoa lo largo del tiempo.
Historiador especializado en monarquía, Arnaldo Mera, enfatiza que Carlos III tiene problemas inmediatos con su segundo hijo y si bien seguramente va a tratar de manejar el tema con la prensa británica, eso no implica que pueda hacerlo en Australia, Canadá o Nueva Zelanda, donde se están cuestionando los gastos de la de la coronación.
“Y con mayor razón se van a cuestionar los problemas de índole familiar en su reinado porque su madre, la reina Isabel II, era un ejemplo de moralidad, era intachable, algo que Carlos no es”, dice a El Comercio.
Aunque no cree que los escándalos familiares puedan costarle a Carlos III el trono del Reino Unido, probablemente sí lo afecten en países como Canadá o Nueva Zelanda. “Una de las razones es que la imagen que se percibe de la monarquía es en muchos casos una imagen idílica, la de una soberana que era como una abuelita para todos, así terminó siendo vista Isabel II. Hasta Toni Blair quedó ensimismado por el carácter de la reina. Al nuevo rey, en cambio, ya le han tirado en la propia Inglaterra”, explica el experto.
“Los problemas familiares siempre afectan la imagen del soberano y Carlos III tiene problemas inmediatos con su hijo Harry y con su hermano Andrés, que es un caso gravísimo e incluye relaciones sexuales con una menor de edad”, añade.
Para el historiador especialista en monarquías Amadeo-Martín Rey y Cabieses, Carlos III asume como monarca un papel de jefe de familia que tiene un doble componente. Por un lado, requiere firmesa para guiar a esa familia y, por otro, tiene una vertiente de comprensión. “No olvidemos que además de rey es padre y adora a sus dos hijos, a pesar de los pesares. Prueba de ello es que no ha contestado ni rebatido las afirmaciones del libro de Harry, no se ha dedicado a crear polémica o a pelearse con su hijo por esa razón. Incluso en su discurso de inicio de reinado dijo que le deseaba lo mejor en su nueva vida al otro lado del océano”, recuerda el experto.
“Carlos III sabe que tiene un hijo problemático y una nuera también problemática que no estará presente en su ceremonia de coronación. Y nos queda todavía su hermano Andrés. Con él ya fue muy seria Isabel II que terminó quitándole el uso del uniforme militar. Andrés ha causado un grave problema a la monarquía y principalmente a su propia familia, que se ha visto avergonzada de la situación”, añade.
Así, uno de los retos que tiene Carlos III es el de su familia, incluso intentar llevar bien su relación con William, su heredero. Últimamente ha habido más rumores sobre si habría tenido una relación fuera del matrimonio. “El rey va a tener que lidiar con eso y hacerlo de modo que no haya ruptura familiares. Es una posición muy difícil la suya, no tiene el prestigio ni la aceptación pública y social que tenía su madre y por tanto cada acto que haga lo va a tener que hacer con cuidado”, apunta el historiador.
El factor Camila
El rey deberá lidiar también con la imagen que proyecte su esposa y reina consorte Camila. Tras 16 años de matrimonio y otros muchos más de idilio oculto con el hoy monarca, el camino de Camila al trono ha sido espinoso y agotador.
La reina consorte ha vivido por años el desprecio de la ciudadanía que la acusó de haberse entrometido en la relación entre Carlos y Lady Di, a quien llamaban “reina de corazones” y “reina del pueblo”.
La serie “The Crown” ha reavivado la historia de Carlos, Diana y Camila, retratando los problemas que el rey tuvo con su primera esposa.
“Mucha gente no quiere a Camila, no le perdona lo que le hizo a Diana Spencer, la antigua princesa de Gales. El mejor ejemplo varios cantantes ingleses se han negado a participar en la coronación del rey. Hay un rechazo a Camila a nivel internacional y a nivel nacional Camila nunca ha sido muy querida”, señala Mera.
“En el 2011, cuando Camila salió en un carruaje real para ser aplaudida la sentaron al lado de la duquesa de Cambridge, ahora duquesa de Gales, para que no la pifearanLas reinas aceptan a Camila de mala gana, no les queda de otra porque es su nueva reina”, cuenta el historiador, que fue testigo de esa escena en Londres.
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