Alrededor de 2,2 millones de catalanes participaron en la consulta informal que tuvo lugar este domingo en Cataluña. De ellos, poco más de un 80% dijo que quiere la independencia de España.
La clave puede estar en las palabras del presidente catalán Artur Mas, quien dijo tras la consulta que los catalanes se han ganado "el derecho a un referendo definitivo y, si puede ser, acordado y pactado" con Madrid.
Se estima que el martes, para cuando se espera tener el conteo definitivo de los votos, Mas explicará cómo prevé llevar adelante ese plan.
Sin embargo, existen dudas de cómo va a suceder esto.
Paul Preston, profesor de estudios contemporáneos de España en la London School of Economics no cree que logre concretarlo.
Simplemente, argumenta, porque el gobierno español, presidido por Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular (PP), no está abierto a discusión.
El ministro de Justicia español Rafael Catalá -primera voz del gabinete de Rajoy en opinar públicamente el domingo-, confirmó este punto de vista al decir que la del 9N (como se conoce en los medios españoles a la consulta del 9 de noviembre) fue una jornada de "propaganda política" que "no tiene ningún tipo de validez democrática".
De hecho, es posible que las autoridades catalanas deban enfrentar procesos judiciales si prosperan las investigaciones de la fiscalía sobre posibles delitos de desobediencia, prevaricación y malversación de fondos.
¿Quién ganó?
"Mientras el PP siga en el poder, no veo que esto vaya a avanzar", le dijo a BBC Mundo Preston.
Artur Mas (Foto: Reuters)
El experto recordó que el Tribunal Constitucional "está dominado por el PP" y que esto, hasta ahora, ha implicado el bloqueo de las iniciativas de celebrar un referendo legal.
En una suerte de posición intermedia, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), apuesta por reformar la Carta Magna para dar un nuevo encaje a Cataluña en una España federal.
A la hora de sopesar quién ha ganado políticamente con este ejercicio, que algunos han llamado una forma alternativa de protesta, Preston cree que "por un pelo, Artur Mas", aunque admite que para su propio electorado, Rajoy también ha resultado ganador ya que no cedió ante la presión de acceder a un referendo legal.
¿Qué seguirá ahora?
Ahora, lo que sigue es, en primer lugar, las elecciones regionales en Cataluña, previstas para 2015, pero que podrían adelantarse.
El resultado de estos comicios determinarán el futuro dibujo del gobierno catalán en un contexto en el que el ítem número uno de la agenda sigue siendo el debate independentista.
(Foto: Reuters)
Formaciones con posiciones más extremas que el partido de Mas (Convergència i Unió), como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) o Candidatura d'Unitat Popular (CUP), por ejemplo, se han mostrado partidarias de una declaración de independencia unilateral.
También restará ver qué rol tendrán Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, las dos organizaciones civiles que más hicieron para movilizar el sentimiento independentista de cara a la consulta del domingo.
Ambos grupos llevaron a cabo una campaña conjunta por la independencia denominada "Ara és l'hora" (Ahora es la hora).
Tras la consulta del domingo sus líderes, Muriel Casals (Òmnium Cultural) y Carme Forcadell (ANC), dijeron que en breve los catalanes votarán por su independecia.
Las generales, clave
Pero quizá más importante será lo que suceda en las elecciones generales españolas de diciembre de 2015.
Mariano Rajoy (Foto: Reuters)
Porque más allá de todas las discusiones que se puedan dar en medios de comunicación, ámbitos de la sociedad civil o recintos parlamentarios, si la voluntad de Cataluña es avanzar hacia un referendo vinculante dentro de la institucionalidad del estado Español, sólo lo podrá hacer a través de un proceso de negociación con Madrid.
En este sentido, será clave quién vaya a estar en la Moncloa llegado 2016.
Y eso es algo cada vez más incierto en una España en la que un partido con menos de un año de vida como Podemos -algunos de cuyos miembros se han manifestado a favor del derecho de autodeterminación- se ha hecho un lugar en el podio de las tres principales fuerzas políticas (en intención de voto), junto al PP y el PSOE.