Desde hace una semana, el teléfono de John Dickie no ha dejado de sonar.
Luego de la captura de Matteo Messina Denaro, medios de todo el mundo buscan conversar con uno de los historiadores que mejor conoce los orígenes, tradiciones y trayectoria de la mafia italiana.
MIRA: ¿Qué es la Cosa Nostra, la infame mafia originada en una pequeña isla italiana?
En el 2004 sorprendió con su libro “Cosa Nostra”, en el que bosquejó el génesis de la mafia siciliana; seguido de “Blood brotherhoods” (2011) y “Mafia Republic” (2013), donde amplía la visión incluyendo a la ‘Ndrangheta calabresa y la Camorra, las otras dos grandes organizaciones delictivas en dicho país.
Cosa Nostra: A History of the Sicilian Mafia https://t.co/ifjZV4CmO8
— John Dickie (@JohnDickie1) January 16, 2023
If you want to know more about the Sicilian Mafia’s history….
El historiador y profesor titular de Estudios Italianos en el University College, de Londres, nos confiesa que ha decidido hacerle un espacio a El Comercio porque será la primera vez que hablará con un medio peruano.
—En un reciente hilo de Twitter mencionó que la Cosa Nostra “no está muerta” pero sí “hundida en una profunda crisis”...
Ciertamente considero que está sumida en una profunda crisis. Y esta crisis tiene un origen histórico que empezó a finales de la década de 1970, cuando la mafia siciliana se convirtió en la principal distribuidora de heroína hacia la costa este estadounidense. Los sicilianos tomaron esa ruta transatlántica, traficando heroína proveniente de Turquía o del Lejano Oriente que luego era refinada en Sicilia y enviada al otro lado del Atlántico. Y creo que en Sudamérica conocen muy bien los efectos desestabilizadores del narcotráfico. Sicilia se vio inundada de narcodólares y para inicios de los 1980 la mafia siciliana se vio sumida en un conflicto interno.
Provisional, of course, but my takeaway from the arrest of Messina Denaro is that it is yet another sign that Cosa Nostra is in deep crisis. 🧵21
— John Dickie (@JohnDickie1) January 16, 2023
—¿Cuál fue el origen de dicho conflicto?
Un grupo de mafiosos guiados por un jefe de Corleone crearon una alianza para destruir a sus enemigos, eliminarlos por completo. Cientos murieron con el fin de controlar ese tráfico de heroína. Pero en el proceso, que pudo llevar a Sicilia a convertirse en un narcoestado, Italia encontró formas de resistir. Fueron necesarias enormes dosis de heroísmo por parte de la policía, investigadores, periodistas y ciudadanos, quienes encontraron un buen ejemplo en Estados Unidos. A pesar de ser el gran mercado para los narcóticos, los estadounidenses también crearon la mejor legislación para enfrentar a las organizaciones mafiosas, me refiero a la Ley RICO. Sicilia imitó esa ley en 1982 y fue la base para el Maxijuicio de Palermo. Hasta ese punto muy pocos creían que existía realmente una organización criminal como la Cosa Nostra, que tenía una jerarquía, un capo de capos y una serie de rituales.
—Y un código, según ellos, “moral”.
Bueno... sí. Moral es una palabra que le queda muy grande a ese código. El Maxijuicio fue encabezado por los heroicos magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, demostrando que podía hacerle un daño enorme a la mafia siciliana.
—¿Cuál fue la clave para ese daño profundo?
Que no solo involucró sentencias de cadena perpetua para los jefes, sino también la confiscación de sus riquezas. Y eso no les gustó para nada. Esto llevó a una gran colisión entre el Estado y la mafia con sus aliados, reunidos en la denominada Corleonesi. El miembro más joven de esta alianza fue justamente Matteo Messina Denaro, quien era ahijado de Toto Riina, el líder de los Corleonesi. La respuesta de esta alianza mafiosa fue la muerte, le prometieron a sus aliados que con ello desbaratarían el Maxijuicio, que ganarían y que controlarían Sicilia. Pero no funcionó.
—¿Y qué hicieron al ver que no funcionaba?
Su única salida fue seguir una estrategia terrorista. Pero una vez más, el Estado italiano respondió a esto. Durante la ola de violencia fueron asesinados Falcone y Borsellino, sucesos que decantaron para siempre la opinión pública en contra de la mafia. La respuesta estatal se dio a través de estructuras diseñadas por el mismo Falcone, quien creó una suerte de FBI para enfrentar a la mafia. Uno a uno, los líderes de los Corleonesi fueron arrestados. Una lista que ahora incluye a Messina Denaro, el último miembro del ala stragista de la Cosa Nostra, la más agresiva de la mafia. Todos estos factores condujeron a la Cosa Nostra y a sus estructuras hacia la profunda crisis que vive hasta hoy. Esto nos lleva a la gran incógnita que compartimos sobre este tema…
—¿Cuál es?
Conocer cuál será el futuro de la mafia.
—¿Y usted cuál cree que sea?
Ninguna organización mafiosa subsiste sin aliados en las instituciones del Estado: policías, jueces o políticos corruptos, pero también doctores, abogados o contadores. La mafia necesita de esos recursos para que su estructura funcione. Es una estructura que mueven en paralelo a sus otros recursos, los del submundo, los sicarios y traficantes. El problema para ellos es que ahora que no existe la figura de un líder, no se sabe qué pasará con esos operadores. Podrían convertirse en criminales tradicionales con alcance político y económico o, por otro lado, cambiar hacia algo diferente. En ese sentido, el arresto de Messina Denaro ha sido significativo, no se le debería restar mérito.
—¿Su caída fue un golpe de suerte, un trabajo de Inteligencia o un acuerdo con las autoridades?
Esa es una discusión que está sucediendo ahora mismo. Con la información que conocemos hasta el momento y conociendo a algunos actores involucrados, tengo la suerte de conocer al comandante de los Carabinieri, Pasquale Angelosanto, quien cuenta con un historial intachable capturando a este tipo de criminales y fugitivos, yo confiaría en la versión que han dado las autoridades. Realizaron un trabajo muy paciente y minucioso de inteligencia que les permitió recoger información sobre su salud, Messina Denaro sufre de un cáncer bastante particular, así que fueron tras la pista de su tratamiento, encontraron la identidad falsa que usaba. Luego juntaron las piezas y fueron detrás de quien sospechaban que era Messina Denaro, y resultó ser él.
—Desafiar a la mafia trae consigo una serie de riesgos, ¿cuáles corrió usted al escribir sus libros?
He sido muy afortunado porque soy un historiador, no un periodista de investigación. Y ellos sí corren riesgos reales. Tengo amigos que han sido amenazados, les han enviado balas o han puesto bombas en sus autos, ese tipo de cosas. Mi trabajo ha consistido principalmente en recolectar información que nos permita conocer la imagen general de la mafia, no en destapar nuevas revelaciones. Creo que no tengo el coraje ni la habilidad para hacer ese gran trabajo. Lo que sí me ha sucedido es que algunos mafiosos se han mostrado curiosos sobre mi trabajo...
—¿En qué sentido?
En una oportunidad estaba grabando un programa para la TV italiana en una prisión de Calabria, donde está el 70% de presos de la ‘Ndrangheta. Durante el rodaje tienes que ir por todos lados, mirando alrededor. Los prisioneros me apuntaban y decían es el tipo de la televisión, no me percibían como una amenaza. En ese sentido he sido muy afortunado a diferencia de periodistas que se han visto amenazados en lugares como Italia o México, ellos se juegan la vida a diario. Me avergüenza siquiera compararme con ellos.
—¿Cómo la ‘Ndrangheta se terminó convirtiendo en la mafia más poderosa de Italia?
La ‘Ndrangheta nació en Calabria, el talón de la bota, es muy similar a la Cosa Nostra en el sentido de que funciona como una hermandad, con juramentos, tradiciones y una estructura organizada. La región ha sido históricamente marginada, políticamente ignorada y muy pobre. Sicilia tiene grandes ciudades, si en Italia quieres ganar las elecciones tienes que ganar en Sicilia. Con Calabria no sucede eso, no hay grandes ciudades. Entonces, la ‘Ndrangheta nunca atrajo mucha atención. En segundo lugar, la ‘Ndrangheta se origina en las prisiones y sucede en los 1880. Por otro lado, la Cosa Nostra nunca se vio involucrada en delitos como la prostitución.
—¿Por qué?
Porque para los mafiosos sicilianos era muy importante perpetuar su poder a través de las generaciones. Eso lo hacían con un sistema dinástico, casando a la hija de un capo con el hijo de otro. Eso formaba alianzas y les heredaba poder. Pero no podías hacer eso si eras un proxeneta. La ‘Ndrangheta, por otro lado, incurrió en la prostitución en los 1920 y 1930. Luego, finalizada la II Guerra Mundial adoptaron una especie de sistema similar al de la Cosa Nostra, pero nunca llegó a consolidarse tanto. Entonces, por un lado la ‘Ndrangheta se movió mucho tiempo bajo el radar y en los 1970 entró a operar en delitos como el secuestro y el narcotráfico. Finalmente, aprovechó la caída de la Cosa Nostra luego de la época de terrorismo siciliano. Mientras la Cosa Nostra se enfrentaba al Estado italiano, la ‘Ndrangheta aprovechaba para traficar cocaína desde Sudamérica.
—¿Y en qué se sostiene la mafia italiana actualmente? ¿En el narcotráfico?
Eso fue lo grandioso de la Ley RICO y su equivalente en Italia. Se dieron cuenta que los narcóticos atraían una gran atención tanto para legisladores como para la opinión pública. Pero el poder real de la mafia es el control territorial. Eso quiere decir que operan como un Estado en las sombras en el que nada se mueve sin que la mafia intervenga. Tienen libertad para extorsionar a quien quieran, desde ladrones y vendedores de drogas hasta emprendedores o comerciantes. Todos le pagan un impuesto a la mafia. Y eso, al mismo tiempo, les da poder para infiltrarse en el Estado, gozar de impunidad o hasta recolectar votos. Ese es el núcleo del poder mafioso, el territorio antes que las redes de tráfico.
—Tras el arresto de Messina Denaro, ¿quiénes pasan a ser los mafiosos más buscados?
Diría que solo quedan pequeñas figuras, comparadas con las que ya han caído. Es justo decir que este arresto termina con una era. Y esa era es la de 1993, cuando detuvieron los atentados con bombas, gracias a que fueron derrotados. Pero hay otro hecho simbólico que demuestra que la gran estructura de la mafia está en serios problemas. La Cosa Nostra tiene un mecanismo para coordinar llamado La Comisión, donde se reúnen los jefes de las familias y buscan soluciones a sus problemas. Es presidida por il capo di tutti capi. La mafia ha intentado reunirse unas cuatro veces desde 1993, pero fracasaron en todas gracias a los arrestos o intervención de la policía. Eso impide que surjan nuevos jefes, si no son electos no tienen autoridad.