El destino de Grecia, en manos de Europa [VIDEO]

La Zona Euro examina este si acepta las últimas propuestas de reformas del gobierno de  que han hecho renacer la esperanza de alcanzar un acuerdo con los acreedores y evitar un Grexit.

"Estamos aquí para hacer muchos progresos" con Grecia, dijo la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, a su llegada a Bruselas para un Eurogrupo.

El viernes de madrugada, el primer ministro Alexis Tsipras obtuvo el aval del Parlamento griego a su plan de reformas y ajustes para obtener un tercer rescate financiero de tres o cuatro años de un monto evaluado entre 74.000 millones y 82.000 millones de euros.

Las instituciones acreedoras -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI- acogieron favorablemente el documento de 13 páginas titulado "Acciones prioritarias y compromisos".

En él el gobierno de Atenas propone recortar pensiones, aumentar el IVA, poner en marcha nuevas privatizaciones e impuestos a las empresas.

Las propuestas son muy similares a las que los acreedores estaban dispuestos a aceptar hace unas semanas antes de que expirara, el 30 de junio, el segundo rescate al país. Pero el 61% de los griegos dijeron "no" en un referéndum el pasado domingo convocado por Tsipras.

Según una fuente europea, las posibilidades de alcanzar un acuerdo son ahora de "50/50".

Para Grecia no será fácil vencer las resistencias de algunos Estados europeos, en particular Alemania y los países bálticos, que no ven razones para aprobar un tercer rescate de tres años "con las condiciones para uno de cinco meses", según esta fuente.

Dalia Grybauskaite, la presidenta lituana, el último país en adoptar el euro hace seis meses, estima que "hay un 50% de posibilidades" de alcanzar un acuerdo este fin de semana, pero a condición de que el texto griego sea "profundamente modificado".
Grecia ya se benefició de dos planes de rescate en 2010 y 2012, con préstamos por un valor total de 240.000 millones de euros.

Tras el Eurogrupo del sábado, los jefes de Estado y de gobierno de los 28 miembros de la Unión Europea se reunirán el domingo en una cumbre extraordinaria de la "última oportunidad" para, en el mejor de los casos, avalar un acuerdo.

'APOCALIPSIS'
En Atenas, Tsipras logró de madrugada el respaldo de 251 diputados (de un total de 300) a su paquete de reformas.

Pero en las calles del país la situación no era diferente este sábado a la que se repite desde hace casi dos semanas, cuando se impuso el control de capitales que limita a 60 euros diarios el dinero que se puede retirar en los cajeros.


Delante de un banco, Vassilis Papoutsoglou, de 52 años, esperaba su turno para sacar dinero. "Todavía no sabemos lo que va a pasar. ¿Podemos esperar algo mejor o será el Apocalipsis?", se preguntó.

"Cuando voy al mercado, no hay muchos productos, ya no hay siquiera leche para mi bebé en las farmacias", dijo por su parte Marilena Mouzaki, de 35 años.

El cierre de los bancos griegos está previsto hasta el lunes, pero el viceministro de Finanzas, Dimistris Mardas, dio a entender el viernes que podría extenderse.

En su intervención ante el parlamento, el primer ministro griego pidió a los diputados autorización para negociar su plan en Bruselas para "mantener en vida al pueblo". Tspiras reconoció haber cometido "errores" y que el plan estaba "muy alejado" de las promesas de Siriza aunque según él es el mejor posible.

"Sin marcha atrás", titulaba este sábado el periódico griego Avgi, afín a Syriza, el partido de Tsipras, mientras que el periódico de derechas Eleftheros Typos reclamaba "que Grecia sea salvada".

Incluso si se alcanzara un acuerdo este fin de semana, el plan de rescate necesita la aprobación de al menos ocho parlamentos nacionales, entre ellos el Bundestag alemán, que deberá votar dos veces (una para dar mandato al gobierno alemán para negociar y otra para avalar el acuerdo final).

Tsipras espera que un acuerdo con sus acreedores ponga de nuevo sobre la mesa la cuestión de la quita o la reestrucuración de la la gigantesca deuda del país, que alcanza 180% del PIB, unos 320.000 millones de euros.

La cuestión de la deuda divide a los europeos. Por un lado Atenas tiene el apoyo de Francia, del FMI, del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk y de numerosos economistas. Sin embargo, Berlín estimó el viernes que "hay poco margen de maniobra" para reestructurar la deuda.

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