Renzo Giner Vásquez

La brutalidad obligó a Gisèle Pelicot a convertirse en un símbolo de lucha en Francia. Mientras el juicio en contra de su exesposo, Dominique Pelicot, acusado de drogarla y abusar sexualmente de ella durante más de una década junto a decenas de otros hombres, avanza en un tribunal de Aviñón (en el sur del país), miles de franceses salen a las calles para expresar su indignación por uno de los casos más sórdidos de los últimos años.

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