La extrema derecha de Austria perdió hoy su apuesta por concretar el avance populista en Europa y su candidato a la presidencia del país, Norbert Hofer, fue derrotado por el ecologista Alexander Van der Bellen.
"Estoy infinitamente triste porque no haya funcionado", lamentó Hofer en un comunicado. "Felicito a Alexander Van der Bellen por su victoria y llamo a todos los austriacos a ser solidarios y a trabajar juntos", declaró el candidato del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ).
En esta ocasión, el FPÖ adelantó que no protestaría contra los resultados. A diferencia de lo sucedido en mayor, cuando Van der Bellen ganó con apenas 0,6 puntos de ventaja y 31.000 papeletas (en un país con 6,4 millones de votantes) pero el proceso fue anulado por un recurso presentado por el partido xenófobo.
Aunque el rol del jefe de Estado en Austria es esencialmente protocolario, Norbert Hofer y el FPÖ deseaban ese éxito simbólico para el bando populista, seis meses después del Brexit y un mes después de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
De haber ganado, Hofer se habría convertido en el primer jefe de Estado europeo de ultraderecha elegido libremente desde la Segunda Guerra Mundial.
Lo que estaba en juego este domingo era "la dirección que tomará Austria (...) cómo vemos nuestro futuro (...) y cómo queremos que nos vea el mundo", había advertido Van der Bellen en su último discurso de campaña.
Valores humanistas
Una victoria de Hofer y del FPÖ habría significado un impulso para otras formaciones europeas que se mueven en el mismo espectro, como el Frente Nacional en Francia o el Partido por la Libertad en Holanda, dos países que celebran elecciones legislativas en el 2017.
Hofer, cuya formación fue fundada por ex nazis, dijo el sábado que "Europa atraviesa una crisis profunda" que debe resolverse concentrando menos poderes supranacionales en Bruselas. "Hay que deshacerse del sistema polvoriento", dijo, aunque sin hacer ninguna referencia a la posibilidad de que el país salga del pacto europeo.
Sin embargo, este escenario, bautizado por Van der Bellen como "Öxit", por la combinación de "Österreich" (Austria en alemán) y "exit" (salida), no fue aludido en ningún momento por Hofer.
Si bien la situación económica de Austria es envidiable para muchos de sus vecinos, parte de la población se siente insatisfecha y se ve amenazada por la ampliación de Europa a sus vecinos del Este, como Turquía.
Hofer se ha distanciado del discurso abiertamente xenófobo que caracterizó durante años a su partido y ha centrado sus propuestas en la protección social, el aumento del poder adquisitivo y la defensa del empleo.
Mientras, Van der Bellen había insistido en los valores humanistas de la República de Austria y en la importancia de los vínculos con los socios de la Unión Europea.
Como muchas otras formaciones populistas en Europa, Hofer se presentaba como un candidato alternativo a las formaciones políticas tradicionales, una carta también jugada por el ecologista.
Esa técnica parece haberles resultado luego que en la primera vuelta los dos grandes partidos, los socialdemócratas (SPÖ) y los conservadores (ÖVP) quedaran eliminados, una situación inédita en el país.
Fuente: EFE