El exprimer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, y líder del partido Nueva Democracia, pronuncia su discurso en la sede del partido en Atenas el 25 de junio de 2023. (Foto de Louisa Gouliamaki / AFP)
El exprimer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, y líder del partido Nueva Democracia, pronuncia su discurso en la sede del partido en Atenas el 25 de junio de 2023. (Foto de Louisa Gouliamaki / AFP)
/ LOUISA GOULIAMAKI
Agencia AFP

El partido de derecha del ex primer ministro lideraba de forma holgada en las elecciones legislativas del domingo en , según los primeros resultados parciales, lo que le garantizaría una mayoría absoluta para formar un “gobierno estable”.

La formación Nueva Democracia (ND), en el poder desde 2019, recabó entre el 40,4% de los votos, por delante del partido de izquierda Syriza, de Alexis Tsipras, que obtuvo el 17,8% de los sufragios, un resultado peor al obtenido en las anteriores elecciones, el 21 de mayo, según estos resultados, basados en el escrutinio de más de la mitad de los colegios electorales del país.

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Este resultado le garantizaría a la derecha 157 escaños de los 300 que tiene el Parlamento griego, unicameral, según varios analistas.

Así, Mitsotakis volvería a ocupar el puesto de primer ministro que tuvo que abandonar a finales de mayo antes de la celebración de los segundos comicios.

Ocho partidos habrían superado el umbral del 3% para entrar en el parlamento, según estos resultados, entre ellos el partido de ultraderecha “Spartiates”, apoyado por un exresponsable de la formación neonazi Amanecer Dorado, Ilias Kassidiaris, actualmente en prisión.

Mitsotakis, un graduado de Harvard de 55 años y jefe de gobierno de 2019 a fines del pasado mayo, obtuvo hace cinco semanas una amplia victoria con el 40,8% de los votos, el doble que Syriza.

La holgura de su triunfo, que sorprendió a los analistas, no le permitió sin embargo alcanzar la mayoría absoluta.

El líder conservador descartó una coalición con otras formaciones y propició la repetición electoral de este domingo, que dará al ganador un bonus de 50 diputados en la cámara (que cuenta un total de 300), lo que podría ayudar de forma decisiva a Mitsotakis.

“Equilibrio democrático”

Si las estimaciones se confirman, Alexis Tsipras, que fue primer ministro de 2015 a 2019, registraría una nueva derrota, tras el duro revés de hace cinco semanas, cuando Syriza obtuvo el 20,07% de los votos: una caída de más de 11,5 puntos respecto a 2019.

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La cuestión de su futuro al frente de la formación probablemente se plantee, pues el propio Tsipras ya admitió que había barajado la posibilidad de dimitir después de los malos resultados del 21 de mayo.

Tras votar en un barrio residencial de la capital, Mitsotakis afirmó que los griegos votan “por segunda vez en pocas semanas para obtener un gobierno estable y eficaz”.

Por su parte, después de votar, Alexis Tsipras advirtió del riesgo de un “gobierno descontrolado” si la derecha ganaba por amplia mayoría, y reclamó un “equilibrio democrático” con una “oposición fuerte” capaz de desempeñar su papel.

“Por la razón”

En un colegio del barrio ateniense de Pangrati, Aris Manopoulos, un comerciante de unos cincuenta años, dijo haber optado “por la razón”.

He votado a Nueva Democracia para que el país avance y siga levantándose económicamente”, declaró.

Al darle a Nueva Democracia una mayoría absoluta en las elecciones de julio de 2019, en detrimento de Syriza, los griegos quisieron pasar página a años de crisis financiera y planes de rescate, que llegaron a destruir un 25% del PIB nacional y amenazaron al país con sacarlo de la zona euro.

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Kyriakos Mitsotakis, hijo de un antiguo primer ministro y tío del actual alcalde de Atenas, no dejó de presumir de su balance económico, marcado por un crecimiento del 8,3% en 2021 y del 5,9% en 2022, con un desempleo a la baja.

Durante la campaña, Mitsotakis prometió subidas salariales, sobre todo para las personas de ingresos más bajos, principal preocupación de los griegos en un contexto de carestía de la vida.

Además, se comprometió a realizar contrataciones masivas en el sector de la sanidad pública, afectado por una fuerte escasez de medios desde la crisis financiera y los drásticos programas de austeridad impuestos en numerosos servicios públicos.

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