Roma (EFE)
Los restos del camarero indio Russel Rebello, fallecido en el hundimiento del crucero Costa Concordia en enero de 2012 y que hasta ahora permanecía desaparecido, fueron encontrados hoy en el interior del buque siniestrado, informó el hermano de la víctima.
"Protección Civil y el equipo del Costa Concordia me han confirmado hace poco el hallazgo del cuerpo (de Russel Rebello). Ahora esperamos el test del ADN para poder llevar a Russel a casa en India, ya llegamos", ha escrito Kevin Rebello en Facebook.
El hermano de la víctima ha expresado así su "dolor" por ver confirmada la noticia del fallecimiento de Rebello en el naufragio en la costa mediterránea italiana, pero al mismo tiempo su "alegría" y "alivio" al contemplar que "por fin, ha sido encontrado".
El buque fue remolcado hace unas semanas a Génova (noroeste de Italia), donde está siendo desguazado.
"Mi cuerpo estaba temblando cuando le he dado la noticia a mis padres, hace un momento, pero ahora todos podemos sentir alivio", escribió Kevin Rebello.
Su hermano era hasta hoy la única víctima del "Concordia" cuyo cadáver no había sido localizado, pues estaba oculto debajo de los muebles que se habían caído tras el hundimiento del buque, según explicaron miembros del equipo encargado de las labores de desguace de la nave.
A lo largo de esta tarde, el médico forense Mark Canepa realizará los primeros análisis de ADN a los restos óseos.
"Después de 1.025 días, podré cumplir la promesa realizada a mi familia: traer a casa a mi hermano", señaló Rebello.
El crucero "Costa Concordia" encalló y naufragó la noche del 13 de enero de 2012 frente a la isla italiana de Giglio, mientras se encontraba bajo las órdenes del capitán Francesco Schettino.
A bordo se encontraban 4.229 personas, de las que perdieron la vida 32 y 64 resultaron heridas.
El capitán Francesco Schettino afronta actualmente un proceso judicial acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión.
El buque siniestrado permaneció encallado en las costas de la isla toscana del Giglio hasta el pasado 23 de julio, cuando emprendió su viaje hacia Génova, donde un equipo trabaja actualmente para completar su desmantelamiento definitivo.
El desguace de esta embarcación de 290 metros de eslora y 61 de manga se alargará 22 meses y se desarrollará en dos zonas dentro del puerto genovés: el astillero de Prà-Voltri y el de Sampierdarena.