(Foto: EFE)
Redacción EC

Ana Julia Quezada confesó este martes haberlo matado a su hijastro , de 8 años, en Almería, .

La mujer, de 43 años, "ha confesado ser la autora material de la muerte de la víctima", de ocho años declaró a la AFP un portavoz de la Guardia Civil en Almería (sureste), sin más precisiones.

La mujer fue detenida 12 días después de que el pequeño Gabriel Cruz desapareciera en el pueblo de Hortichuelas, en la provincia de Almería.

La búsqueda, en la que participaron cientos de voluntarios, y la angustia de sus padres, Ángel Cruz y Patricia Ramírez, conmocionaron a toda España.

Según dio a conocer el programa Expediente Marlasca, Ana Julia Quezada habría mentido sobre una supuesta recompensa por alguna pista sobre el menor en una entrevista que dio a Radio Galega.

En la entrevista, Ana Julia Quezada se inventó una recompensa de 10 mil euros (casi 13 mil dólares) por cualquier información de importancia sobre la ubicación de su “niño” y aseguró que la familia había recibido muchas llamadas de personas que buscaban aprovecharse de la desaparición de Gabriel Cruz.

"Hay una recompensa de 10 mil euros por pistas fiables sobre Gabriel", aseguró Ana Julia Quezada, que posteriormente fue desmentido por el programa y otros medios españoles que precisaban que la mujer dominicana trató de persuadir a los familiares del menor para que ofrecieran dinero por pistas.

Además, Ana Julia Quezada cambió sus declaraciones. Al inicio había señalado que no recibió ninguna llamada sobre una pista del menor pero luego aseguró que le llegaban "muchísimas llamadas de gente que se aprovecha del dolor de los demás, gente que te dice, 'lo tengo aquí, dame dinero'".

Incluso se escucha como se le quiebra la voz al hablar sobre Gabriel Cruz: "Queremos recuperar a nuestro niño, que vuelva a casa. Que es un niño muy bueno, muy obediente, muy guapo”.

"Era un niño muy responsable. ES un niño muy responsable", se corrige. “Sólo queremos recuperar a Gabrielillo, por favor, si alguien le ve, que nos diga algo. Estamos desesperados".

"No sabemos quién lo tiene, qué le estarán haciendo, si estará comiendo, si estará bebiendo, cómo estará mi niño. Es como si fuera mi hijo, igual. Es muy cariñoso, es un niño estupendo. No se merece lo que le está pasando", finalizaba.

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