El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa ofrecida este jueves en Rabat en la que ha informado que España y Marruecos han acordado la reapertura progresiva y ordenada de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla y la plena normalización del paso de bienes y mercancías. (EFE/Mariscal)
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa ofrecida este jueves en Rabat en la que ha informado que España y Marruecos han acordado la reapertura progresiva y ordenada de los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla y la plena normalización del paso de bienes y mercancías. (EFE/Mariscal)
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Agencia AFP

Un tribunal español informó este martes que condenó a 7,5 años de cárcel a un hombre que amenazó con asesinar al presidente del gobierno español, , y que, cuando fue detenido en 2018, contaba con un arsenal en su casa.

La Audiencia Nacional, una alta jurisdicción con sede en Madrid, sentenció “a 7 años y 6 meses de prisión al vigilante de seguridad que manifestó en 2018 en las redes sociales su intención de asesinar” a Pedro Sánchez, por los delitos de homicidio en grado de proposición y depósito de armas de guerra, indicó el tribunal en un comunicado.

Manuel Murillo Sánchez, de 65 años, formaba parte de un grupo de WhatsApp en el que expresó en distintas ocasiones “su intención de acabar con el presidente del gobierno” como manera de “producir un cambio en la situación política española”, por lo que “se empeñó en requerir ayuda” en ese foro “para llevarlo a cabo”, según señaló el tribunal.

En sus mensajes, mostraba su indignación por la decisión del gobierno de izquierda del socialista Pedro Sánchez de exhumar los restos del dictador Francisco Franco (1939-1975) de un mausoleo cerca de Madrid para reinhumarlos en un discreto cementerio, una operación que tuvo lugar finalmente en octubre de 2019.

La Audiencia Nacional admitió que el hombre no tenía “un plan definitivamente urdido, tramado y menos aún concluido” para cometer el asesinato, pero el tribunal tomó en consideración para condenarlo “la alta peligrosidad” que suponía su “determinación”, el arsenal hallado en su domicilio y el hecho de que desde hacía años practicaba tiro.

En el momento de su detención en septiembre de 2018, el hombre almacenaba en su casa en Terrassa (Cataluña, noreste) “numerosas armas, municiones y otros utensilios”, entre ellas un arma de guerra, una ballesta artesanal y “una impulsora neumática de fabricación casera” para disparar dardos con puntas de acero, según la sentencia fechada el 11 de abril.

En su sentencia, que además prohíbe a Murillo Sánchez portar armas por ocho años, el tribunal descartó que el hombre haya actuado bajo “alteración síquica” o, tal y como alegó su defensa, bajo “intoxicación” por consumo de alcohol y calmantes.

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