Felipe VI cumple un año desde que fue proclamado rey de España y propuso abrir un "tiempo nuevo" para la monarquía, después de la abdicación de su padre, Juan Carlos I, que había reinado desde 1975.
En estos doce meses, Felipe de Borbón ha procurado acercarse a la sociedad después de que haya crecido el debate sobre la monarquía, hasta hace pocos años una institución que no se cuestionaba en España.
Según una encuesta del estatal Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el pasado abril, el 57,4 por ciento de los españoles respalda la forma en la que Felipe VI está desempeñando su labor y la monarquía figura en quinto lugar en cuanto a la confianza que tienen los españoles en las instituciones del Estado.
Ya en su discurso de proclamación ante las Cortes el 19 de junio de 2014, el rey apostó por "una monarquía renovada para un tiempo nuevo" y se comprometió con la exigencia de los ciudadanos de ética y moralidad en la vida pública.
En este sentido, una de las medidas más simbólicas la tomó este mes, cuando decidió revocar el título de duquesa de Palma de Mallorca a su hermana Cristina, imputada de fraude fiscal y blanqueo de capitales, en una causa en la que su esposo, Iñaki Urdangarin está acusado de los mismos delitos y seis más.
En este año, también llevó a cabo medidas a favor de la transparencia en la Casa Real, como publicar todas las retribuciones y contratos, auditar las cuentas de esta institución o prohibir a los miembros de la familia real recibir regalos.
Felipe VI asumió la jefatura del Estado, que constitucionalmente es símbolo de la unidad de España, en un momento de fuertes tensiones territoriales.
A lo largo de estos meses, visitó junto a la reina Letizia todas las regiones del país, especialmente Cataluña (noreste), donde el pasado noviembre se celebró una consulta informal sobre su independencia, considerada ilegal por el Tribunal Constitucional.
El monarca desarrolló también una importante agenda internacional, con 17 viajes oficiales a Europa, América y África.
Visitó los países vecinos de Portugal, Francia y Marruecos, además de Italia, Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo.
Al otro lado del Atlántico, Felipe VI asistió a la Cumbre Iberoamericana de Veracruz (México) y viajó a Estados Unidos, donde se reunió con el presidente Barack Obama y participó en la Asamblea General de Naciones Unidas.
A finales de este mes, el día 29, tiene previsto una visita de Estado a México hasta el 2 de julio, acompañado por la reina Letizia, la primera de estas características a un país latinoamericano.
El monarca también estuvo en este año de reinado en la Cumbre de la Unión Africana (UA) que se celebró en Addis Abeba (Etiopía).
Felipe VI y la reina Letizia han aportado más "frescura" a los actos oficiales a los que asisten, con gestos como sentarse en primera fila, junto a los asistentes, y en los saludos que reciben cada vez se ven menos reverencias y más apretones de manos.
Las recepciones oficiales también son más "plurales", con representación de colectivos hasta ahora apartados de estos actos, como gais, jóvenes artistas, emprendedores, miembros de ONG o deportistas.
La proclamación de Felipe VI convirtió a su esposa Letizia en reina de España y a su primogénita Leonor en princesa de Asturias, título que en España tienen los herederos de la Corona.
La reina Letizia, además de acompañar al rey como consorte en numeros actos oficiales, desarrolló una agenda propia, centrada en la cooperación nacional e internacional en las áreas de salud, integración social y defensa de los derechos de la infancia y la mujer.
Este año realizó su primer viaje de cooperación, que la llevó a Honduras y El Salvador, y además visitó Viena, Lisboa y Roma, donde fue recibida por el director general de la FAO, José Graziano da Silva, con ocasión de su nombramiento como embajadora especial de este organismo para la nutrición.
El 19 de junio de 2014 Leonor de Borbón se convirtió en princesa de Asturias, aunque apenas ha supuesto cambio alguno en su vida de niña de nueve años, que lleva a cabo su actividad escolar habitual, junto a su hermana, la infanta Sofía.
Los reyes quieren preservar la intimidad de sus hijas, por lo que solo aparecieron en dos actos públicos durante estos doce meses: la proclamación de su padre como rey de España y el día de la Fiesta Nacional, el 12 de octubre.
Con el nuevo monarca también se ha visto reducida la que se considera familia real, que ahora incluye a los reyes Felipe y Letizia, Juan Carlos y Sofía, además de la princesa de Asturias y la infanta Leonor.
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