París. La policía francesa disparó este sábado gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes que participan en la movilización de los "chalecos amarillos" en el centro de París, contra el alza de los combustibles y la pérdida del poder adquisitivo en Francia.
Alrededor de 3.000 policías fueron desplegados en la capital francesa contra los manifestantes que la última semana protestaron bloqueando carreteras y centros comerciales.
Periodistas de la AFP informaron que varios miles de manifestantes se habían reunido a primera hora de este sábado en los conocidos Campos Elíseos, donde se enfrentaron con la policía que intentaba evitar que llegaran a la Plaza de la Concordia, cerca del museo del Louvre, y al Elíseo.
Cerca de 81.000 personas manifestaban en toda Francia hacia las 15:00 locales (14:00 GMT), según informó el ministerio de Interior francés.
Por la mañana, las autoridades habían contabilizado unos 23.000 manifestantes en todo el país. Hace una semana, cuando comenzó el movimiento, el ministerio de Interior había registrado unos 244.000 manifestantes.
Según el ministerio, en la ciudad de París se concentraron 8.000 manifestantes, 5.000 de ellos en los Campos Elíseos. La avenida estaba cortada por los manifestantes que montaron barricadas y quemaron mobiliario urbano que la policía intentaba apagar con camiones hidrantes.
En todo el país la policía detuvo a 35 personas y ocho personas resultaron heridas, indicó el ministerio.
- Disturbios en París -
En los Campos Elíseos, según las fuerzas de seguridad, los manifestantes intentaron romper el cordón policial varias veces pero lo impidieron usando gases lacrimógenos en varias ocasiones.
"Nos hemos manifestado pacíficamente y hemos sido gaseados", afirmó Christophe, de 49 años, que fue a París desde la región este de Isere con su mujer. "Vemos cómo somos bienvenidos en París".
"Es una manifestación donde hay todo tipo de personas, de todas las edades", aseguró Marie Claire, de 63 años. No hemos roto nada". "Creo que hay personas que no forman parte de los chalecos amarillos, que se han infiltrado", afirmó.
El ministro Castaner culpó de la violencia de estos disturbios en los Campos Elíseos a "sediciosos" de la "ultraderecha", que "respondieron al llamado de Marine Le Pen", líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, para movilizarse en París.
Le Pen rechazó estas acusaciones, afirmando que ella nunca había llamado a la violencia y asegurando que el gobierno está tratando de convertirla en el chivo expiatorio.
Numerosas acciones pacíficas, como manifestaciones, bloqueos en carreteras y en zonas comerciales, se llevan a cabo en casi toda Francia, en el marco de la movilización contra el alza de los precios de los combustibles, los impuestos y la caída del poder adquisitivo, una semana después del comienzo de este movimiento.
De hecho, numerosos "chalecos amarillos" optaron por permanecer en sus regiones por miedo a los posibles enfrentamientos en la capital.
Se llevaron a cabo operaciones de "peaje gratuito" en La Gravelle, cerca de Laval, y en Virsac (suroeste), y bloqueos en las accesos de Vienne, en la frontera española, en La Ciotat y en Saint-Arnoult-en-Yvelines.
- Poder adquisitivo -
Gasolina demasiado cara, impuestos excesivos, pensiones y jubilaciones insuficientes... Las reivindicaciones de este movimiento convergen en una misma afirmación: la pérdida del poder adquisitivo.
El movimiento plantea un verdadero desafío para Macron que, de momento, no parece dispuesto a variar el ritmo de sus reformas para "transformar" Francia, o renunciar al alza del precio de los combustibles, todo ello en aras de "mantener el rumbo en favor de la transición ecológica".
Sin embargo, según los medios franceses, Macron podría anunciar el martes nuevas medidas destinadas a las familias más modestas para evitar el riesgo de una "fractura" social.
El llamado a este "segundo acto" de la movilización, en París, fue lanzado en las redes sociales, principal canal de comunicación del grupo de los "chalecos amarillos".
Fuente: AFP