París, EFE
Las autoridades francesas subrayaron que la muerte de Hervé Gourdel, el rehén secuestrado en Argelia, no hace sino reforzar su determinación de mantener la intervención en Iraq contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), respaldada por la Asamblea Nacional en su conjunto.
Hervé Gourdel, cuya ejecución fue confirmada por el presidente francés, Francois Hollande, fue secuestrado el pasado domingo en Argelia por el grupo "Soldados del Califato", vinculado al Estado Islámico, que amenazó con matarlo si Francia no cesaba sus operaciones militares en Iraq.
La organización cumplió su amenaza y difundió la ejecución por Internet en un video titulado "Mensaje de sangre para el gobierno francés". En la grabación aparece un yihadista con la cabeza del guía de montaña de 55 años de edad, y su cuerpo, degollado, yaciendo en el suelo.
"(Gourdel) fue asesinado vil y cruelmente. Murió porque era francés, porque su país combate el terrorismo, porque representaba a un pueblo que defiende la dignidad humana frente a la barbarie", dijo Hollande ante un grupo de periodistas en Nueva York.
"NO CEDEREMOS"
Francia recalcó su mensaje de que no cede ni cederá jamás ante el terrorismo, porque doblegarse supondrá concerderle la victoria a esos grupos, según indicó el primer ministro francés, Manuel Valls.
"Francia asume sus responsabilidades porque es miembro permanente del Consejo de Seguridad, porque la seguridad de Europa está amenazada, porque nuestra seguridad está en juego como nunca lo ha estado a lo largo de los últimos años", dijo el jefe del ejecutivo en su discurso.
Valls defendió la legitimidad de esa operación solicitada por las autoridades iraquíes, confirmó que París no se implicará con tropas de tierra y que tampoco extenderá su ataque al territorio sirio para no favorecer al régimen de Bashar al Assad ni perjudicar a sus opositores, a los que Francia apoya con material humanitario y militar.
"Cuando lo esencial está en juego, es decir, la libertad y la democracia, la oposición no se zafa. Hoy no hay derecha, ni centro, ni izquierda, solo República", dijo el ex premier Francois Fillon en nombre del paritdo opositor, Unión por un Movimiento Popular (UMP).
SE NECESITA MAYOR PARTICIPACIÓN
El único reproche, compartido también por Valls, fue la falta de una mayor implicación europea en esta intervención.
"Francia actúa cuando se cuestiona su seguridad, pero actúa también por Europa. Europa no puede dejar su seguridad en uno de sus estados miembros", subrayó el primer ministro, que hizo un llamamiento en favor de un dispositivo de defensa común.
La oposición fue más lejos en su crítica, preguntándose dónde está Europa en esta batalla, más allá del apoyo humanitario, y, en concreto, dónde están Alemania e Italia.
Valls intentó convencer al resto de diputados de que Francia no actúa supeditada a las decisiones de Estados Unidos, sino que delimita por sí misma su grado de actuación, y aseguró que, aunque todavía no puede cuantificar el coste, se intentarán controlar los gastos de una operación a la que Hollande no ha puesto fecha límite.
El presidente añadió desde Nueva York que mañana se celebrará, en el Palacio del Elíseo, un consejo de Defensa para marcar los objetivos y reforzar la protección de los franceses en el extranjero.
"Hoy el riesgo es en Iraq y Siria, es donde esa amenaza existe, pero el Estado Islámico amenaza al conjunto del mundo con atentados, secuestros y reclutando combatientes de todo el mudo para demostrar la barbarie de la que es capaz", advirtió Hollande.
"Es porque esa amenaza existe, no solo para esa región, sino para todo el mundo, por lo que Francia se ha unido al combate", agregó.