Los agricultores del sindicato CR47 se reúnen cuando la policía bloquea su convoy de tractores con destino a París, Francia, en Chateauneuf-sur-Loire, cerca de Orleans, el 31 de enero de 2024. (Foto de Alain JOCARD / AFP).
Los agricultores del sindicato CR47 se reúnen cuando la policía bloquea su convoy de tractores con destino a París, Francia, en Chateauneuf-sur-Loire, cerca de Orleans, el 31 de enero de 2024. (Foto de Alain JOCARD / AFP).
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Agencia AFP

Los sindicatos agrarios españoles anunciaron este martes que se unirán al movimiento de protesta que vive , sobre todo , donde los agricultores mantendrán el bloqueo de varias autopistas de acceso a pese a los nuevos anuncios del gobierno.

El abanico de reclamos es extenso y depende de cada central sindical o país: ayudas de emergencia a sectores en crisis, algunos golpeados por la sequía; una menor burocracia; una mejor remuneración a los productores; etc.

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Pero la mayoría coincide en señalar las normas de producción en la Unión Europea, sobre todo la relativa al uso de pesticidas, y las importaciones desde fuera del bloque como causas de una eventual caída de ingresos y de pérdida de competitividad.

La importación de “productos agrarios de terceros países a bajo precio que presionan a la baja los de la UE” son un caso decompetencia desleal, advirtieron los sindicatos españoles ASAJA, COAG y UPA, en su llamado a protestas “en las próximas semanas”.

Los agricultores bloquean el peaje de la autopista A6 el 31 de enero de 2024 en Villefranche-sur-Sa�ne, cerca de Lyon, en medio de protestas a nivel nacional convocadas por varios sindicatos de agricultores sobre salarios, impuestos y regulaciones. (Foto de JEFF PACHOUD / AFP)
Los agricultores bloquean el peaje de la autopista A6 el 31 de enero de 2024 en Villefranche-sur-Sa�ne, cerca de Lyon, en medio de protestas a nivel nacional convocadas por varios sindicatos de agricultores sobre salarios, impuestos y regulaciones. (Foto de JEFF PACHOUD / AFP)
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Desde Suecia, el presidente francés, Emmanuel Macron, criticó a quienes “culpana la UE de todos los males y advirtió que muchos de los agricultores franceses no tendrían un salario sin las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) europea.

Pero en una mano tendida, reiteró su oposición al acuerdo comercial que negocia desde 1999 la UE y el Mercosur, al considerar que las normas de producción agrícolas de estas naciones sudamericanas “no son homogéneas” con las europeas.

Macron, quien conversará el jueves en Bruselas con la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, abogó además por regular mejor las importaciones de pollo y cereales de Ucrania, país en guerra desde 2022 contra Rusia.

A pocos meses de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, la ira agraria, que también vivió Alemania, Polonia, Rumanía, Bélgica e Italia, aumenta la presión sobre políticas del actual mandato como el Pacto Verde, que incluye medidas de transición ecológica del agro.

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“Excepción agrícola francesa”

En Francia, epicentro de las protestas, el simbólico sector agropecuario ha retrocedido fuertemente desde el 18,1% del PIB en 1949, en plena reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial, al 2,1% en 2022, según datos oficiales.

La segunda economía de la UE ha perdido además en 50 años tres cuartas partes de sus agricultores y ganaderos y recurre cada vez más a las importaciones: un pollo de cada dos viene del extranjero, así como el 60% de frutas.

Para intentar calmar los ánimos, el primer ministro, Gabriel Attal, homenajeó a los trabajadores del sector y reclamó una indefinida “excepción agrícola francesa” ante la Asamblea (cámara baja) en su primer discurso de política general.

Attal, que ya prometió suprimir el alza del diésel de uso agrícola, anunció nuevas medidas como el pago para “el 15 de marzo” de las subvenciones de la PAC, un refuerzo de las ayudas fiscales para los ganaderos y un plan para controlar la trazabilidad de los productos.

Pero sus medidas siguen sin convencer a los agricultores movilizados desde el 18 de enero y que desde el lunes bloquean las principales autopistas de acceso a París.

“No nos moveremos (...) hasta que se tomen medidas de emergencia concretas”, declaró Alice Avisse, miembro del sindicato agrario mayoritario FNSEA. Los agricultores, junto a sus tractores, se disponen así a pasar una nueva noche sobre las carreteras.

Según una fuente policial, unas 9.000 personas participaron en las alrededor de 170 protestas registradas en la tarde del martes en Francia.

Aunque las autoridades permiten su desarrollo, vigilan de cerca un convoy de 200 tractores que partió el lunes desde el suroeste del país a llamado del sindicato Coordinación Rural y cuyo objetivo es bloquear el importante mercado mayorista de Rungis.

“Estamos completamente decepcionados [por los anuncios], pero motivados de nuevo por el hecho de haber sido engañados por este gobierno de vendedores de humo”, dijo Serge Bousquet-Cassagne, quien se dispone a unirse al convoy que espera llegar a Rungis el miércoles.

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