Milagros Asto Sánchez

Puede que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, haya adoptado su impopular reforma de pensiones, pero la presión que enfrenta aún sigue al alza. Que su gobierno sobreviviera el lunes a dos mociones de censura en el Parlamento solo avivó el enojo en las calles, mientras el país se alista para vivir el jueves una nueva jornada de huelgas y protestas masivas, como las que vienen paralizando desde enero sectores clave de esa nación.